La Corte de Primera Instancia de Apelación en la ciudad de Tánger emitió su veredicto la semana pasada en un caso que ha conmovido al norte de Marruecos. El juicio tiene implicaciones para dos acusados que se enfrentaron a los cargos de secuestro y agresión sexual contra una joven con discapacidad en una cabaña improvisada en la playa de la ciudad marroquí, como publica akhbarona.com.
El tribunal, después de un proceso judicial, decidió imponer una sentencia ejemplar para garantizar la justicia y proteger los derechos de la víctima. Un guardia nocturno fue condenado a 12 años de prisión, mientras que el individuo que alquilaba sombrillas en la playa de los hechos recibió una pena de 7 años tras las rejas.
Los terribles acontecimientos ocurrieron en julio del año pasado, cuando la joven discapacitada se encontraba sola bajo una sombrilla en la playa.
El primer acusado se aproximó a ella bajo engaños, llevándola a la cabaña que servía como puesto de protección civil. Allí, la víctima fue retenida por la fuerza y sometida a un acto de violencia abominable por parte del acusado.
Posteriormente, fue entregada al segundo acusado, quien también la agredió violentamente, ignorando por completo su estado de salud y los gritos de angustia de la joven, tal como lo describió valientemente en su testimonio.
Prisionera varios días antes de lograr escapar
La víctima reveló que pasó varios días como prisionera en la cabaña antes de lograr escapar y denunciar el horror que había sufrido a las autoridades de seguridad pertinentes. Estas, actuando de inmediato, llevaron a cabo la detención de los dos individuos, quienes resultaron ser originarios de la ciudad de Meknés.
La sentencia emitida por la corte es un paso significativo en la búsqueda de justicia y la protección de los derechos de las víctimas. Este caso destaca la importancia de la acción legal en situaciones de abuso y violencia, así como la necesidad de asegurar que los perpetradores rindan cuentas por sus acciones atroces.
La comunidad espera que esta sentencia sirva como un mensaje claro de que la violencia no será tolerada, independientemente de las circunstancias, y que la justicia prevalecerá.