El Gobierno de Ceuta ha decidido este martes anular el acuerdo que adoptó la semana pasada para licitar y ejecutar en 2024 la segunda ampliación del cementerio musulmán, obras que quedaron desiertas el año pasado, ya que la disponibilidad presupuestaria permitirá adelantar el cronograma e iniciar su realización este mismo año.
Tal y como ha recordado el portavoz del Ejecutivo, Alejandro Ramírez, la Ciudad invertirá 1,6 millones de euros en una actuación que se extenderá sobre más de 4.000 metros cuadrados de superficie en el camposanto de Sidi Embarek, donde se garantizará espacio para nuevos enterramientos hasta 2030 con más de 800 nuevas tumbas.
El proyecto que saldrá a concurso prevé para la plataforma superior situada al norte del vial, con una superficie bruta de 1.902 metros cuadrados, la habilitación de hasta 460 tumbas con dos conjuntos lineales compuestos cada uno de siete bancos flanqueados por naranjos, jardineras y luminarias sobre pedestal con espacio para colocar un mosaico cerámico de motivo religioso en su base.
En las cuatro plataformas escalonadas inferiores que se ubican al sur (cuyo ámbito total alcanza los 1.380 metros cuadrados con espacio para unas 367 tumbas), el concepto será “algo más austero” por la necesidad de “optimizar el espacio destinado a los enterramientos”. Así, contempla las mismas luminarias autónomas, pero ancladas en la coronación de los muros de borde, además de las fuentes y papeleras que también se reparten en las dos franjas de la plataforma superior completando la dotación de mobiliario urbano.
Los Presupuestos de 2024, en negociación
A preguntas de los periodistas el también consejero de Fomento ha explicado que su homóloga de Hacienda, Kissy Chandiramani, está en fase de coordinación y negociación con todas las áreas del Ejecutivo y los grupos políticos de la oposición para elaborar los Presupuestos de la Ciudad de 2024, un documento “fundamental para garantizar estabilidad y seguridad” a la institución.
Ramírez ha dicho “desconocer” si el PP u otro partido ha planteado formalmente que los miembros del Gobierno puedan cobrar también las dietas por asistencia al Pleno, como el resto de diputados, para paliar la distancia cada vez mayor que separa sus retribuciones de las de los directores generales y gerentes de sociedades municipales, que llegan a percibir casi el doble en sus nóminas.