La vida del sargento primero Francisco Caraballero dio un giro dramático en plena pandemia, cuando destinado en Ceuta, donde llevaba un lustro, en plena pandemia, fue atropellado a principios de junio de 2020 cuando circulaba en moto al salir del trabajo por un coche en la cuesta de Caballería.
El accidente lo dejó parapléjico, pero su espíritu militar sigue incólume: “Cuando te caes tienes que levantarte y seguir para adelante, si no puedes con las piernas lo haces con los brazos, pero seguir para adelante, al menos por mi mujer y mis hijas”, afirma.
La agencia Servimedia ha aprovechado la conmemoración del día de la Fiesta Nacional para repasar con Caraballero una vida “ejemplo de superación y valor”. Entró en la vida militar con 24 años tras matricularse en una carrera universitaria que no colmó sus expectativas. Entonces decidió "probar en el Ejército".
En 2009 salió como sargento de la Academia de Ingenieros en Hoyo Manzanares y acabó destinado en Ceuta dos años hasta que por motivos familiares regresó a Las Palmas por un tiempo. Unos meses antes de ascender a sargento primero volvió a la ciudad autónoma con la familia en noviembre del 2016. En Ingenieros servía hasta el ía del accidente.
“El que es militar lo es para siempre, hasta que te mueras. Uno es militar para siempre, quieras o no”, afirma Caraballero, que ahora tiene 48 años y vive en Las Palmas. Allí fue derivado para recibir atención médica tras ser evacuado desde Ceuta al clínico de referencia de Cádiz. A causa de las graves lesiones que sufrió recibió la baja permanente y pasó al retiro.
“Fue un cambio grandísimo. De salir a correr todos los días por ahí, que a mí me encantaban las carreras de montaña, a verte en una silla de ruedas. Cuando uno se ve así pues solo tienes un camino, tirar para adelante. Y eso te lo enseña el Ejército, la verdad es que sí”, ha reconocido en unas declaraciones a Servimedia en las que ha ensalzado tanto el respaldo de su mujer y sus dos hijas como el apoyo de quienes eran sus mandos.
“Tanto el coronel como el teniente coronel me fueron a visitar varias veces al hospital. Y mi jefe directo también vino a visitarme. Estuve totalmente arropado por ellos, y a diario diría yo”, recuerda. “Siempre estuvieron pendientes”, valora.
El pasado 6 de julio fue invitado a un acto de homenaje a los más de 400 militares heridos en acto de servicio en los últimos cinco años. Sin embargo, la mala suerte volvió a cruzarse en su camino. Su deseo era estar presente pero el día antes sufrió una caída y se fracturó los dos fémures.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, acompañada por la cúpula civil y militar del Ministerio y las Fuerzas Armadas, presidió aquel acto en la Escuela de Guerra del Ejército como homenaje a todos ellos y Caraballero reconoce que “me encantó que todavía se acuerden de uno”.
He tenido la suerte de servir en el ring 7 y tengo que decir que siempre ha sido una gran persona y sobre todo un gran compañero, siempre con una sonrisa en la cara. Mucho ánimo mi sgt 1
Grande