Llevan desde el año pasado alzando la voz. Aun así, incongruentemente, no les hacen caso. Son los vecinos olvidados de la plaza Nicaragua, residentes en el entorno de la calle Colombia que han quedado atrapados en una especie de trastienda tras la obra de envergadura realizada en este punto de Ceuta.
Un día les cerraron el paso obligándoles a tener que usar como única vía hileras e hileras de escaleras. Hasta más de 40 escalones que se convierten en una trampa imposible para los ancianos del barrio, quienes portan carritos de bebé o personas con movilidad reducida.
La tiranía de esta obra ha llevado a que haya vecinos que ni siquiera salen ya de sus casas porque no pueden subir esas escaleras. En otros casos se han tenido que mudar del barrio.
Una crónica perdida en el tiempo y sin solución
Esta es la crónica del sufrimiento de un barrio que alza la voz ante esta clara injusticia. Los tienen encerrados y el Ayuntamiento lo sabe. Les dijeron que les iban a habilitar un camino pero como con casi todo esas promesas políticas se las llevó el viento. Los vecinos están atrapados pero además, si ocurre alguna urgencia, no pueden acceder al lugar ni los Bomberos ni la Policía.
Los vecinos usaban el acceso ahora tapiado desde siempre. Así fue hasta que el verano pasado lo cortaron. Aquello parecía ser una decisión ocasional pero muy al contrario permanece, dejando a los vecinos atrapados.
Esperando que Fomento les atienda
Las víctimas de la obra de la plaza Nicaragua son ellos, vecinos a los que no se les hace caso, vecinos que tienen una queja más que justificada, vecinos enjaulados por una decisión invasiva que les pisoteó sin tenerles en cuenta.
Ahora solo aspiran a que esos golpes dados ante las puertas de Fomento para que les den una solución terminen siendo lo efectivos que debieran.