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Una empleada de Carrefour denuncia estar sufriendo ‘mobbing’ por parte de un compañero
La empleada de Carrefour M.I.G (actualmente de baja psicológica) ha denunciado ante este medio el “constante acoso laboral” que ha recibido por parte de un compañero desde que comenzó a funcionar la empresa en la ciudad el pasado mes de mayo. Un caso que la afectada llevó ante la Inspección de Trabajo en el mes de julio y en la que también se ha personado el sindicato UGT, por considerar los hechos acaecidos de “gravedad”, los cuáles describen de “maltrato psicológico, pasando por vejaciones, insultos, así como excesos en los horarios realizados y hasta vulneración de las medidas de prevención de riesgos laborales”, expone en la denuncia interpuesta.
El caso de la demandante se remonta al pasado mes de mayo cuando entra en funcionamiento el nuevo supermercado y trae consigo a personal de fuera de la ciudad; uno de ellos, un compañero con el que comparte funciones de mando. Expone la afectada que desde el primer momento esta persona “ha menoscabado” e “invalidado” su trabajo, cayendo en insultos y malos tratos. “He sufrido un machaque psicológico continuo con gritos e insultos del tipo eres una inútil, eres veneno o esta es un quiste y hay que quitarla de en medio”, explica.
Relata M.I.G que ejerce estas funciones desde hace 23 años y “nunca he tenido ningún problema”, por lo que decide acudir a Recursos Humanos en busca de una solución. Desde el departamento le aseguran que se solventará y tras una “disculpa” del compañero se abre un breve período de tranquilidad. “Duró 10 días hasta que volvió gritándome cosas muy feas delante de todos mis compañeros”, comenta.
Una situación, según la denunciante, constante y diaria. “No saben cómo echarme y me están machacando psicológicamente”. Por ello acudió nuevamente a Recursos Humanos y solicitó exponer el caso ante el gerente, pero el desenlace no fue el esperado. “Mi sorpresa fue cuando entró, se sentó y, muy prepotente y mirándome muy mal me dijo: no hables que voy a decir lo que pienso de ti. Me respondió que no valía para nada, que no hacía equipos y hablaba muy mal de la empresa. Alegué que no era cierto y que no me humillase más que me estaba hundiendo, a lo que contestó que era cierto. Por lo que le insté a que me echase pero que cesara en sus insultos y humillaciones”, declara.
Fue la última vez que M.I.G transitó las instalaciones. “Cuando salí de aquel despacho sufrí un ataque de ansiedad, acudí a mi médico, me detectó acoso laboral y me dio la baja”, atestigua. A partir de ahí comenzó el procedimiento legal contra el compañero en cuestión. “Simplemente pido que lo trasladen, que me dejen tranquila y volver a trabajar, yo no quiero irme”.
Por su parte la empresa también se ha manifestado al respecto, alega que “tan pronto fue conocedora de estas informaciones, colaboró con la Inspección de Trabajo, como es habitual en esos procedimientos. Adicionalmente se ha ofrecido a la trabajadora activar el protocolo anti-acoso junto con otras medidas, que ha denegado”. Con respecto a ello, la afectada explica que Recursos Humanos contactó con ella una vez ya había denunciado. “Me enviaron un burofax ofreciéndome acogerme a unos artículos del reglamento interno para que el caso no tuviese más difusión. Me negué porque el procedimiento ya se había iniciado y quiero llegar hasta el final, quiero que él se vaya”.