Las formaciones han hecho públicas sus propuestas de cara al pleno en el que se debatirá la aprobación definitiva del expediente que permitirá movilizar casi 50 millones de euros para mejorar servicios, impulsar inversiones y digerir la inflación.
No se trata aquí de siglas ni de partidos, se trata de responsabilidad, se trata de hacer frente a una situación delicada pero con el consenso de todos. Ese es el espíritu, frente a los asuntos de calado unidad y sobre todo pretensión de mejora.
En próximos días se fijará la fecha de celebración del pleno, previsiblemente antes del Día de Ceuta, jornada en la que podremos conocer los distintos discursos de los partidos que han puesto encima de la mesa las enmiendas que han considerado más relevantes.
Mejoras para los Bomberos, la llamada eterna a una clínica de radioterapia, mejorar la situación de familias con pensiones ínfimas… son solo algunas de las medidas planteadas que se expondrán a debate.
A los líderes de las distintas formaciones se les presupone altura de miras para debatir en torno a lo que es relevante, aparcando otras diferencias que al ciudadano poco importan. El Pleno debe ser el foro adecuado para alcanzar logros para todos los ceutíes no para exponer reproches, generar bloqueos o anular la acción política de la propia Asamblea local.
Hay muchas enmiendas de interés a tener en cuenta. Este curso político debe empezar en esa línea de demostrar que la clase política ha sido elegida por algo más que por enfrentarse por intereses que no son compartidos por la ciudadanía.