La policía judicial de Tánger ha interrogado a un profesor de artes plásticas por tirar restos humanos a un cubo de basura.
El hallazgo de varios huesos, incluyendo un cráneo humano, llevaron a la policía a abrir una investigación, por orden y bajo la supervisión de la fiscalía competente, tal y como ha informado el diario Al Akhbar.
Tras el hallazgo de los restos óseos en el basurero de un callejón ubicado no muy lejos de su casa, las pesquisas llevaron directamente al profesor marroquí.
Al lugar se dirigieron agentes de la policía judicial, auxiliados por los distintos departamentos competentes de la DGSN, en particular los miembros de la policía científica y técnica.
Cuando esta última identificó el origen humano de los restos descubiertos, los técnicos del laboratorio se comprometieron a visualizar las grabaciones de las cámaras instaladas en las inmediaciones.
En las imágenes, claramente aparecía el hombre tirando estos restos a la basura.
Los primeros elementos de la investigación han demostrado que se trata de huesos "muy antiguos".
Resultó que el profesor los mantuvo en su casa durante 15 años.
El diario no menciona un posible homicidio. De hecho, la investigación estableció que en ese momento, precisa Al Akhbar , que el profesor, que parece padecer trastornos mentales y es conocido por sus "inclinaciones excéntricas", había participado en una campaña de mantenimiento y limpieza de los cementerios del centro de la ciudad, el de Sidi Bouabid y el de Sidi Bouarrakiya, de donde habría podido llevarse el material humano.
Tal y como explica el periódico local, el hombre "siempre ha estado obsesionado con el esqueleto humano y habría aprovechado la primera oportunidad para hacerse con partes de él y guardarlas como trofeos en casa".
Por el momento el profesor de artes plásticas está siendo interrogado y se arriesga, incluso sin ser acusado de homicidio, a ser condenado por profanación. Un delito penal recogido en la legislación de Marruecos.