No se me asusten los padres, no bailen los maestros y profesores, no celebren con botellones la gente joven esta noticia que anticipan politólogos, columnistas diarios, opinadores en las tertulias, la misma Ana Rosa asesorada por el negro que le escribe las novelas o Federico Jiménez Losantos lanzando fuego a diestro y siniestro contra la izquierda y la derechita cobarde.
No hablo del próximo curso escolar ni del regreso a las aulas el primero de septiembre.
Mi sospecha, creo que fundada, es una posible repetición electoral, como manda la Constitución, si después de la primera intentona ningún candidato consigue la confianza del parlamento.
¿Qué pasa, cosa muy probable, si los resultados son idénticos al de las pasadas elecciones?
¿Llegarían a acuerdos? ¿Volverían a llamarnos a las urnas una y otra vez mientras los sufridos sufragistas no cambian de opción política de la noche a la mañana?
El eterno retorno es un tema que se ha abordado en Filosofía:
El eterno retorno es una concepción filosófica del tiempo postulada por el estoicismo que planteaba una repetición del mundo en donde este se extinguía para volver a crearse.
Nietzsche pensó en aceptar que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente. Es el Superhombre, el hombre nuevo que ama la vida con pasión, el que considera el eterno retorno como algo positivo, ya que ha sido capaz de crear una vida tan intensa que la posibilidad de que esta pueda ser repetida infinitas veces le parece maravillosa.
Y ahí estamos.
Lo mismo los 350 diputados se creen Superhombres y piensan que cada repetición electoral será más favorable que la primera.
Creo que no es el caso, incluso muchos de los "padres de la patria" no hayan oído hablar de esta concepción del tiempo.
¿Qué hacer entonces para romper el bucle? ¿ eguir votando? ¿Decirles que ya no vamos a los colegios electorales? ¿Continuar en funciones sin poder legislar y paralizar el juego democrático? ¿Ser el hazmerreír del mundo cuando en muchas naciones gobiernan dos, tres o cuatro partidos políticos?
La ciudadanía se desanima con los insultos, descalificaciones e improperios que se lanzan unos a otros en un eterno retorno muy particular.
Atrapados en el laberinto, en la encrucijada terrible que puede producir llevarnos a un caos.
¿Qué hay previsto para estos casos?
¿Y si llegarán a acuerdos en la cuarta repetición electoral por qué no lo hicieron en las primeras elecciones?
Este caleidoscopio no sabe en qué posición debe girar para ver algo claro; lo mismo este servidor de ustedes es afectado de una tendinitis dolorosa de tanto mover el sufrido aparato.
Podemos hacer apuestas de todo tipo: quinielas, bonolotos, primitivas, bingos, rifas, timbas.
"Señor dame paciencia, que cómo me des fuerza los mato".
Hay dos esperanzas posibles: los tránsfugas de última hora o que surjan diputados que, a la hora de emitir el voto, se "equivoquen cuando aprietan el botón"
Albero casero, líbranos de los infiernos.