La Unión Europea no va a dejar de defender públicamente su “conocida posición oficial” sobre “la importancia de la protección de las fronteras exteriores” de la Unión, a cuyo territorio “pertenecen Ceuta y Melilla”, según ha reiterado el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell.
Que las instituciones comunitarias no piensen poner en marcha “una revisión de la extensa y fructí́fera asociación entre la UE y Marruecos” por las últimas notas diplomáticas en las que el Reino alauita insistía en referirse a ambos territorios españoles como propios no debe ser interpretado como un síntoma de debilidad siempre y cuando se mantenga lo importante, que es la defensa de la soberanía incuestionable de Ceuta y Melilla a la hora de la verdad, como sucedió tras la crisis migratoria de mayo de 2021.
La UE debe mantener sus posicionamientos públicos en esa línea y exigir respeto al país vecino en los suyos por mucho que puedan existir discrepancias puntuales que deben encauzarse entre socios y aliados con muchos desafíos comunes por la vía de la diplomacia.
Borrell ha respaldado al vicepresidente griego de la Comisión Margaritis Schinas en sus múltiples declaraciones refrendando la españolidad y, por lo tanto, plena integración de las ciudades autónomas en la UE y eso es lo más importante de su respuesta a la pregunta prioritaria formulada al respecto por dos eurodiputados.
“El Derecho de la Unión se aplica en Ceuta y Melilla” le guste más o menos al Reino alauita y eso es lo realmente importante de la cuestión.