Licenciado en Filología Hispánica y doctor sobresaliente cum laude en Modelos de Enseñanza-Aprendizaje y Desarrollo de las Instituciones Educativas, Hamed Abdel-Lah (Ceuta, 1969), recibirá el sábado la Medalla de la Autonomía. En el Auditorio se verá obligado a pasar el trago de pronunciar un breve discurso en el que espera no emocionarse, como asume que le suele pasar a todos los que, como él, hablan desde el corazón.
Lo consiga o no, con toda certeza conmoverá a quienes le escuchen con su visión crítica de algunos problemas de la ciudad que no siempre ni todos quieren ver y que lleva toda la vida combatiendo.
¿Cómo se enteró que este año sería uno de los destinatarios de la distinción que otorga la Ciudad cada 2 de septiembre?
Con sorpresa y alegría. Es un honor y un placer formar parte de los nominados.
Es usted un hijo de Ceuta, de la barriada de Hadú, nacido en 1969...
Provengo de una familia humilde, muy humilde, de 16 hermanos de los que quedamos 11. Lo pasé un poco duro, pero tuve suerte porque pude terminar mis estudios pese a que en el barrio había muchos amigos, compañeros y vecinos tan o más inteligentes que por desgracia no pudieron hacerlo.
"Siempre he intentado estar con los subalternos para paliar su situación, a veces catastrófica"
Es licenciado en Filología Hispánica.
Sí. Terminé esa carrera. Como en aquel entonces el servicio militar era obligatorio, tras terminar mis estudios en Tetuán, porque aquí no me concedieron beca, iba y venía cada fin de semana. Al final me instalé de nuevo aquí en Ceuta, pero no había más salidas que el comercio alegal, el contrabando y cosas peores... Ni yo ni mis padres, sobre todo, queríamos esos ambientes, así que como joven sin un duro tuve que buscarme la vida hasta que logré entrar en el ámbito académico e investigador sacándome un máster y el doctorado. Ahora estoy como profesor de Secundaria de Lengua y Literatura en el IES Clara Campoamor.
Docente en ese centro, miembro de la Sección Socieducativa del Instituto de Estudios Ceutíes, integrante del Grupo de Investigación ‘Conocimiento Abierto para la Acción Social’ de la UGR, traductor altruista para organismos oficiales y entidades sociales, muy implicado en el combate de la violencia de género o el fracaso escolar... ¿Se ve bien retratado?
Sí, más o menos sí. Siempre he intentado estar con los subalternos para paliar su situación, a veces catastrófica, haciendo lo mejor para echarles un cable.
También ha dedicado mucho tiempo al análisis de la realidad social, plural, de Ceuta.
Como ha dicho Juan Luis Aróstegui en muchas ocasiones, en Ceuta o somos interculturales o no somos. Yo diría que o somos transculturales o colapsamos. Debemos valorar esa cualidad nuestra porque como laboratorio social que somos podríamos extrapolar nuestro modelo de convivencia celebrando la diversidad desde la horizontalidad y sin dejar de denunciar las injusticias que padecen algunos colectivos.
"El Dariya ceutí es una forma de ver el mundo y espero que no sea una de las lenguas que desaparezcan"
Su tesis se centró en el Dariya. ¿Cómo ve esa lengua?
Yo hablo del Dariya ceutí porque es específico y refleja esa transculturalidad de la que hablaba. No es de ningún grupo, sino de todos los caballas: mezcla castellano, árabe, bereber, caló... Es un mosaico de encuentro lingüístico que tendríamos que valorar no solo porque es una lengua minorizada, sino una forma de ver el mundo y sería una pena que sea una de las 3.500 que los expertos creen que desaparecerán al final de este siglo.
Usted ha trabajado muy de cerca los problemas sociales desde ámbitos muy diversos. ¿Qué cree que se podría hacer mejor?
Yo tengo 54 años y en estas últimas décadas he vivido una involución en varios ámbitos. Las injusticias las padece sobre todo un grupo determinado y no por sus características culturales, sino por la acción u omisión de los responsables políticos locales y nacionales. Así lo refleja cada informe.
"Podríamos extrapolar nuestro modelo de convivencia sin dejar de denunciar las injusticias"
Hace diez años se premió su aportación a la lucha contra la violencia machista que algunos quieren negar. ¿Cómo ha visto el afloramiento de este negacionismo? ¿Qué se podría hacer mejor?
Es una lacra que no cesa... Hace una década recordé lo que me dijo una usuaria a la que atendí como traductor. Vivía sola con sus hijos y cuando le pregunté cómo le iba tras separarse me dijo en Dariya: “Estoy bien, pero la nevera está vacía”. Daba a entender que preferiría soportar violencia a cambio de disponer de comida. Las instituciones deben seguir incidiendo en políticas de persecución y castigo, pero sobre todo en la cobertura de todas las necesidades de las víctimas y su entorno más cercano. Muchas mujeres han acabado en Castillejos con hijos españoles en situación irregular.
¿Ya ha pensado en su discurso del sábado?
No me gustan los discursos... Lo primero que pedí fue que me evitasen hablar en público porque me emociono porque hablo de corazón y soy políticamente incorrecto, trato temas que a lo mejor no se deberían abordar en actos tan relevantes... Intentaré no hacerlo.
Enhorabuena Profesor Hamed se lo merece , un Gran Profesor y Excelente Persona, he tenido la suerte de ser alumno sullo en la escuela para adulto, Cuídese mucho un fuerte abrazo
¡Mi más sincera enhorabuena!
Espero que te emociones y llegues al corazón de todos los que te escuchen.