Gracias por vuestros mensajes de apoyo, gracias por vuestra compresión, gracias por salir en nuestra defensa ante el ataque recibido por el Obispo de la diócesis de Cadiz y Ceuta.
No esperamos una rectificación por su parte, sabemos que no llegará, por lo que le invitamos con todo el respeto a que venga a nuestra tierra a compartir nuestras tradiciones, “no hay mejor manera de conocer que involucrándose”.
No hace falta que os disculpéis, la comunidad hindú de Ceuta conoce vuestros valores, éticos y morales. Todos sois testigos de nuestro comportamiento a lo largo de más de cien años en la ciudad de Ceuta, de la integración en vuestras tradiciones y costumbres y no solo religiosas.
No hay un cristiano sin un hermano hindú y viceversa, hemos compartido pupitre en los colegios, heridas jugando en las plazas, vinos y tapas en los bares, bailes en los Diwalis, Navidades y Semanas Santas, carnavales, bodas... y vamos a seguir haciéndolo. Vamos a seguir honrando a la que consideramos nuestra patrona La Virgen de África con el máximo de los respetos, vamos a seguir cargando en nuestros hombros las imágenes de los que también son nuestros Cristos y nuestras Vírgenes durante la preciosa Semana Santa de nuestra querida ciudad, vamos a seguir
invitando a nuestros hermanos cristianos a que participen de nuestras fiestas y vamos a seguir involucrándonos en las suyas. Si algo positivo se puede sacar de todo esto es de la unión aún más fuerte entre nosotros, sentir vuestro cariño después de lo acontecido, ha sido y es reconfortante, jamás se olvidará. Hoy en día donde todavía somos testigos de conflictos por discrepancias entrereligiones, no tiene sentido que lo que podía haberse considerado como un ejemplo
de convivencia y unión, haya sido calificado como un sacrilegio.
Ha sido muy triste leer las declaraciones vertidas hacia Ganesh, quien jamás fuevenerado dentro de la Iglesia, sino que simplemente quiso presentarse ante su patrona un año más como motivo de respeto y agradecimiento hacia ella y hacia todos los caballas, por acogernos en su tierra tanto a nosotros como a nuestros antepasados.
Gracias a todos los católicos nuevamente por sus muestras de cariño hacia la comunidad hindú y recordad que no hace falta que pidáis perdón, simplemente que sigamos conviviendo como hasta ahora o con más cariño aún si cabe, demostremos al mundo que dos religiones pueden vivir en una misma ciudad, en una mista tradición en una misma cultura.