En el siglo XXI, el capitalismo seguía siendo el sistema dominante en España y en gran parte del mundo, pero era evidente que requería una redefinición profunda para adaptarse a las demandas actuales. Se necesitaba un cambio de paradigma que equilibrara el crecimiento económico con la justicia social y el respeto al medio ambiente.
Había llegado el momento de una profunda transformación política en España. La sociedad clamaba por un cambio, una regeneración que no solo abarcara el ámbito político, sino también el social y económico. La necesidad de construir un modelo que garantizara el progreso justo y cumpliera con los objetivos de una forma sencilla, pero al mismo tiempo dotara de forma jurídica y fiscal sólida para lograr una sociedad más equitativa y próspera se volvió imperante.
La regeneración política comenzó con la apertura de espacios de participación ciudadana. Se promovió la colaboración y la inclusión de diferentes sectores de la sociedad en la toma de decisiones políticas. Mediante asambleas, consultas y debates abiertos, se fomentó un diálogo constructivo entre los representantes políticos y los ciudadanos. Esta participación activa permitió identificar las necesidades y prioridades de la población y así definir las políticas públicas de manera más acorde a la realidad social.
Para asegurar un progreso justo, se implementaron reformas profundas en el sistema económico. Se establecieron regulaciones más estrictas para las grandes empresas y se incentivó la creación y fortalecimiento de pequeñas y medianas empresas. Se fomentó la economía circular y sostenible, promoviendo la innovación y el desarrollo tecnológico en sectores como las energías renovables, la movilidad sostenible y la agricultura ecológica.
En el ámbito jurídico, se llevaron a cabo reformas que garantizaran la transparencia, la ética y la rendición de cuentas de los representantes políticos. Se crearon mecanismos de control y supervisión independientes para evitar la corrupción y el abuso de poder.
Aunque eso no es del todo cierto, ya que, aún nos queda mucho por recorrer como sociedad e individuos que formamos parte de una sociedad con un carácter y personalidad mediatizada y por lo tanto sugestionada por las diferentes corrientes con gran peso en los medios de comunicación actuales en España.
Podríamos seguir por el camino lleno de zarzas y zonas de difícil acceso, ya que, todos sabemos cómo funciona in situ el sistema bipartidista actual.
En los últimos cuatro años de legislatura se establecieron leyes que promovían la igualdad de género, la diversidad y la no discriminación, asegurando una sociedad más inclusiva y respetuosa con los derechos humanos.
En cuanto al aspecto fiscal, se implementó una reforma integral que buscaba una mayor equidad y redistribución de la riqueza. Se gravaron de manera progresiva las rentas altas y se aumentaron los impuestos a las grandes fortunas y a las transacciones financieras especulativas.
Los recursos obtenidos se destinaron a fortalecer los servicios públicos, como la educación, la sanidad y la asistencia social, garantizando un acceso universal y de calidad para todos los ciudadanos.
Este proceso de regeneración política y transformación del modelo socioeconómico no fue fácil ni rápido, pero se logró gracias a la voluntad y al compromiso de la sociedad en su conjunto. La clave estuvo en la participación ciudadana activa, en la apertura al diálogo y en la búsqueda de consensos para construir un futuro mejor.
Así, en el siglo XXI, España logró avanzar hacia un modelo político, social y económico más justo y equitativo. Un modelo que combinaba los principios del capitalismo con la responsabilidad social y el respeto al medio ambiente. Una sociedad en la que el progreso no se medía sólo en términos económicos, sino en el bienestar y la calidad de vida de todos sus ciudadanos.
Había llegado el momento en España de desafiar el sistema político establecido, de romper con el antiguo y desgastado sistema bipartidista que durante tanto tiempo había gobernado el país.
Los ciudadanos estaban cansados de la falta de transparencia, de la corrupción y de la incapacidad de los partidos tradicionales para abordar los problemas sociales que afectaban a la población.
Conscientes de la necesidad de regenerar el sistema político, un grupo de líderes visionarios se reunieron en un histórico encuentro. Entre ellos se encontraban expertos en política, sociólogos, economistas y representantes de la sociedad civil. Su objetivo era diseñar un conjunto de retos que pudieran integrarse en la política española y sentar las bases para un cambio real y duradero.
El primer reto al que se enfrentaron fue el de la superación del sistema bipartidista. Para lograrlo, se propuso fomentar la participación ciudadana y promover la creación de nuevas formaciones políticas que representarán los intereses de la sociedad en su conjunto. Se impulsaron medidas para facilitar la creación de partidos políticos, se implementaron sistemas electorales más proporcionales y se promovió la rendición de cuentas de los representantes políticos ante los ciudadanos.
El segundo reto consistía en la creación de leyes que construyeran capas para alcanzar el bienestar social. Se reconoció la importancia de abordar los problemas de salud mental, especialmente la depresión y los trastornos derivados del sistema hegemónico. Se propuso la creación de programas de prevención y concienciación, así como la ampliación de los recursos destinados a la salud mental en el sistema de salud público.
Además, se abordaron los problemas de salud que afectaban a los jóvenes y no tan jóvenes. Se propuso promover estilos de vida saludables desde la educación temprana, fomentando la actividad física y una alimentación equilibrada. Se establecieron políticas para reducir el acceso a sustancias nocivas y se promovió la creación de centros de atención especializada para la prevención y tratamiento de enfermedades relacionadas con el estilo de vida. Pero estos retos no se limitaron únicamente a aspectos sociales. También se planteó la necesidad de impulsar medidas para garantizar la transparencia y la lucha contra la corrupción en la política. Se establecieron mecanismos de control más rigurosos, se fomentó la transparencia en la gestión de los recursos públicos y se promovió la independencia judicial.
El proceso de integrar estos retos en la política española no fue fácil, pero el compromiso y la determinación de los líderes involucrados permitieron avanzar hacia un cambio real. Poco a poco, se empezaron a ver los resultados: nuevos partidos políticos surgieron, la participación ciudadana aumentó y las políticas en materia de bienestar social se fortalecieron.
La sociedad española comenzó a experimentar una transformación profunda. El sistema político se abrió a nuevas voces y perspectivas, los problemas sociales fueron abordados de manera más efectiva y se sentaron las bases para un futuro más justo y equitativo.
Aunque el camino hacia una verdadera regeneración política y social no estuvo exento de obstáculos, España demostró que era posible superar el sistema bipartidista y construir un nuevo paradigma político. La integración de estos retos en la política española allanó el camino hacia el bienestar social, donde los problemas de salud y bienestar social han sido intervenidos, pero aún no ha sido posible la ejecución temporal para que estas medidas creen entre las nuevas generaciones un cambio de pensamiento y sobre todo un cambio vital en la calidad de vida para tener cubiertas todas las necesidades.
Este proceso de transformación no fue solo responsabilidad de los líderes políticos, sino también de una sociedad comprometida y empoderada que exigió un cambio. En definitiva, fue un logro colectivo que sentó las bases para una España más inclusiva, justa y próspera.
Este 23 de julio tenemos la obligación de poder decir si queremos llegar a estar a la altura de los países de Europa donde muchos de nosotros conocemos a amigos y cercanos de familiares que decidieron emigrar para lograr un futuro para ellos y sus familiares , ya que , venían arrastrando desde décadas la decadencia del sistema español donde imperó la hegemonía política populista donde hemos llegado a poder ver en el debate reciente , que ni uno de ellos fue capaz de crear un cara a cara donde hubiesen ideas y propuestas.
Solo una simple muestra de lo que ha sido la política de los últimos treinta años después del régimen franquista.
Una comedia trágica de lo que nos vendieron como los grandes salvadores de la España y la patria.
Espero que estos cuatro últimos años hayan podido notar y sentir que creer, que se pueden hacer cambios a nivel social y laboral, si existe un compromiso y una hoja de ruta
Ya hemos sido testigos de que dejarlo en mano de dos partidos que debieran estar ya extintos.
Incluso ilegalizados por terrorismo internacional en las guerras de Irak y otras más recientes como las de ucrania
Desde Sumar entendemos que no se han tomado medidas concretas para frenar y extinguir la corrupción y la falta de transparencia que en este último debate entre Feijóo vs Sánchez hemos podido ver. Que son personas que no están para ayudar a los españoles ni mucho menos para ayudarte a ti a que tengas una mejor vida.
Desde Sumar esperamos tu participación y que no te dejes engañar otros cuatro años más sumados a las 3 décadas en la que no hemos visto un auge de un país como es el nuestro , con una gran multiculturalidad y un gran potencial
Mi deseo en este artículo es instarte a ti Ceutí y Español que hagas un ejercicio de reflexión sobre la calidad de vida que te mereces tu y los que te rodean.
Mereces más de lo que tienes y no solo tú lo piensas , así que esperamos que este 23 de julio tomes el control de derecho de voto y actúes para que entre todos consigamos cerrar un ciclo muy turbio de la política española , que será sin duda con el tiempo algo que estudiar para no caer en los mismos errores desde casos de corrupción hasta tráfico de influencias que han hecho de este país el corredor de la muerte.
Una muerte lenta y progresista donde estos personajes han conseguido enriquecerse a costa de tu sudor y tus impuestos.
Un saludo a todos los vecinos y amigos que conozco en esta gran ciudad y con gran potencial pero que por culpa de unos miserables ha sido un laboratorio donde se ha dejado de lado a la sociedad, consiguiendo empobrecer a la mayoría de la población.
Espero que disfrutes con los tuyos en estas vacaciones, pero antes de irme, vuelvo a insistir en la importancia de estas elecciones el día 23 de julio y dejemos que se mueran de una vez por todas la política bipartidista que ha creado el país que muchos de nosotros con ilusión y compromiso estamos dispuestos a cambiar para una calidad de vida acorde a otras sociedades en el marco europeo.
No dejes que te manipulen sus grandes medios de comunicación con falacias y fake news o discursos de odios y división o lo que me parece aún más patético, utilizar a las víctimas del terrorismo para hacer política y crear división entre españoles. Nos quieren separados.
Reflexionar antes de votar y mirar al pasado para no volver a cometer los mismos errores que cometieron nuestros padres y abuelos, delegando su confianza en partidos que su único interés es y será el de enriquecer a ellos y a sus círculos cercanos.
Sumar ha venido para cambiar el panorama político, les guste o no a algunos representantes locales de la ciudad y que con remordimiento y envidia ven como a los que un día intentó utilizar e intentó manipular a su antojo.
ellos nunca podrían haber llegado hasta aquí, ya que su prepotencia y su narcisismo han hecho de su trayectoria una tertulia de los viernes.
En la vida hay que ser humildes y en la política local vemos como esa humildad es una simple careta con un discurso de odio y rencor y eso en sí es el resumen de carecer de valores como persona.