Los delegados de UGT en el Comité de Empresa de Trace, que sigue prestando el servicio de limpieza pública viaria y recogida de basuras una vez finalizado su contrato de diez años en febrero, anunciaron ayer que convocarán huelga coincidiendo con las próximas Fiestas Patronales.
El sindicato justifica su amenaza en el “intrusismo laboral” que a su juicio se está produciendo con los trabajadores de las Brigadas Verdes, Obimace, Tragsa o, dentro de nada, con los Planes de Empleo.
Los ugetistas dan este paso varios meses después de la finalización del contrato vigente desde 2013, con unas elecciones por el medio y una incógnita en el horizonte, si el Gobierno de la Ciudad impulsará la municipalización del servicio que ha prestado Trace durante la última década.
El órgano de representación de esta concesión ha solido salir históricamente vencedor en este tipo de pulsos, habitualmente para conseguir mejoras en su convenio, pero en el paréntesis actual su postura de fuerza no se justifica utilizando a toda la ciudadanía como rehén so pena de intentar abocar a la ciudad a una Feria de apariencia indigna.
La administración debe fijar cuanto antes su posición definitiva sobre el futuro del servicio, que ya no está sometido a un contrato y que actualmente se está prestando maximizando el aprovechamiento de todos los recursos que paga la Ciudad para cometidos similares.
Los sindicatos representativos tienen, en paralelo, que hacer valer sus argumentos sin tensar la situación más allá de lo aceptable, defendiendo sus legítimos intereses sin utilizar la ciudadanía para conseguir sus objetivos.