Amgevicesa, la empresa municipal a través de la que la Ciudad Autónoma de Ceuta asumió a finales del año pasado la gestión directa del transporte público en autobuses urbanos, prevé disponer “durante el segundo trimestre de 2024” de quince nuevos vehículos híbridos (12) y eléctricos (3) de 10 y 12 metros de longitud.
Su incorporación será clave para implementar las mejoras que la sociedad quiere aplicar a corto y medio plazo en el servicio con la apertura de nuevas rutas y la mejora de las existentes, lo que exigirá la contratación de más personal.
Procesa ya ha recibido los pliegos que, para la compra de la nueva flota, encargó elaborar a una consultora externa y “en breve” pondrá en marcha el correspondiente proceso de licitación y adjudicación. Una vez completado, según los plazos que tiene actualmente el sector, los vehículos deberían estar entregados “en alrededor de 8 meses”, por lo que si no hay ningún contratiempo “podrían estar operativos durante el segundo semestre del año que viene”, según calcula el gerente de Amgevicesa, José Luis Fernández Medina.
La Ciudad debe decidir entre construir una nave o hacerse con alguna ya levantada
La memoria que sirvió para la municipalización del servicio cifró en unos 350.000 euros el coste por unidad de un autobús híbrido y planteó tres escenarios de inversión: la adquisición en propiedad de 10, 18 o 26, en todos los casos 18 híbridos y también 8 o 16 convencionales. El esfuerzo para las arcas públicas se verá paliado por el hecho de que se prevé acometerlo con financiación europea “casi al 100%”.
Amgevicesa también va a proponer al Gobierno de la Ciudad la adquisición de tres microbuses para extender la red actual hasta zonas como San Antonio o Postigo.
Esta apuesta va en sintonía con lo esbozado en el diagnóstico del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que advierte que con automóviles de menor tamaño “se podría considerar el aumento de frecuencia de líneas” y que, “en caso de tener una tecnología eléctrica, sería un punto beneficioso para la movilidad sostenible en la ciudad”.
La Sociedad de Fomento reservó 1,5 millones de sus Presupuestos de este año para la “adquisición de autobuses eléctricos de última generación”, en Ceuta, que permitan a la Ciudad “converger el sector transportes con los objetivos y metas nacionales y europeas del Plan Objetivo Climático 2030-2050”.
El coste de cada vehículo eléctrico o híbrido ronda los 400.000 euros
Además, Amgevicesa consignó el alquiler de una nave (por 192.000 euros durante todo el próximo ejercicio) para llevar a cabo la prestación de ese servicio. Hasta ahora la sociedad sigue operando en la que utilizaba la anterior concesionaria privada, Hadú-Almadraba, en Puertas del Campo, pero la incorporación de los nuevos vehículos exigirá “ineludiblemente” el traslado a otro emplazamiento.
Según Fernández Medina, las opciones sobre la mesa son dos: construir una nave (presumiblemente en terrenos de la ampliación portuaria del muelle de Poniente) o conseguir alguna ya existente, algo que acortaría plazos, aunque la zona del Tarajal, donde la oferta podría ser más amplia, se ve demasiado alejada del casco urbano.
Entre las mejoras que ya ha puesto en marcha Amgevicesa en el servicio está la entrada en funcionamiento, el pasado mes de mayo, de una aplicación para teléfonos móviles, la renovación de los abonos, la utilización de una nueva canceladora y la colocación de marquesinas personalizadas equipadas con placas de generación eléctrica solar para abastecer las pantallas que mostrarán los tiempos de espera para los vehículos en circulación.
Microbuses para llegar a San Antonio o Postigo
Mientras fragua la renovación de la flota de vehículos del servicio público de transporte colectivo de viajeros, que ahora opera con 16 unidades con una edad media de 11 años cada una, Amgevicesa ya está trabajando en la ampliación y mejora de las líneas existentes. Según Fernández Medina, la empresa pública tiene identificadas “dos zonas más desasistidas: la falda del Hacho, concretamente la urbanización de San Antonio, y el área de La Colina y Postigo”.
Ambas comparten similares dificultades orográficas para llegar, especialmente para los vehículos disponibles, por la pendiente de sus vías de acceso y sus cerradas curvas.
La sociedad municipal prevé reiterar al Ejecutivo local la conveniencia de adquirir tres microbuses para extender el servicio en esas partes de la ciudad, pero también se quiere “reducir al menos de una hora a treinta minutos la frecuencia de rotaciones existente en otros itinerarios”.
Para conseguirlo será necesario “ampliar plantilla y contar con más conductores, inspectores o mecánicos, proceso que empezaremos a negociar en breve con las centrales sindicales representativas”. Entre las zonas “deficitarias” de autobuses el Plan de Movilidad Urbana Sostenible ha identificado la carretera de la Puntilla, el puerto, Recinto Sur y el entorno de la calle República Argentina.
La ciudadanía reclama un servicio más rápido y cercano con precios económicos
El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) refleja que los usuarios que más demandan el autobús urbano son aquellos que residen en las barriadas que cubren las líneas 5 y 6 (las que llegan hasta Benzú y Juan Carlos I, siendo ambas las más utilizadas por los encuestados con un 21% y 20% respectivamente. Respecto a las tarifas, la mitad de los usuarios utiliza un billete ordinario por el elevado número de puntuales frente a los regulares. Sin embargo, existe un 40% de encuestados que utilizan un bonobús ordinario, lo que muestra “la existencia de un usuario potencial del autobús”, según la autora del trabajo.
Por género y edad, el 14% de los hombres encuestados indica que se desplaza habitualmente en transporte público, mientras que esta cifra asciende a una de cada cuatro mujeres encuestadas. Entre los usuarios habituales del transporte público existe un cierto equilibrio en reparto de edades, destacando que el 60% de los habituales tiene menos de 50 años. Solo el 17% de los usuarios son personas mayores de 65 años, lo que muestra que el transporte público “presenta deficiencias importantes que lo hacen poco atractivo y accesible a este grupo de edad en lo que a la movilidad respecta”.
Seis de cada diez usuarios valoraban cuando todavía prestaba el servicio ‘Hadú-Almadraba’ como malas o regulares las frecuencias de los servicios de transporte público debido a los elevados tiempos de paso de los autobuses. Respecto a los tiempos de viaje, el 66% los calificaba como “buenos” para la ciudad autónoma y el coste de viaje, destaca que un tercio lo tildaba de “regular” para la calidad del servicio de transportes ofertado, mientras que para el 66% restante es bueno o satisfactorio.
Entre los alicientes para viajar más en los autobuses urbanos se encuentra que fuera más rápido en llegar al destino (8%), con más paradas cercanas (7%), con líneas directas al destino (7%) o si fuera (todavía) más económico que ahora (5%).
Muy Bien Pero no Pintarlos en azul que parece que estamos en Marruecos.
Mejor de rosa o de la bandera arco iris