Otro año más se repite la misma imagen. Se da orden a la Guardia Civil para que disponga un punto fijo para que dos agentes del Cuerpo indiquen a los ciudadanos que llegan a Ceuta en plena OPE que acudan a la explanada. No parece congruente con la que está cayendo que se tropiece en la misma piedra y que se considere que esta función deba ser realizada por un Instituto Armado convertido en guía turístico o, como denuncia la AEGC, ‘un gorrilla’.
La presión en el mar es clara, con intentos de pases de drogas e inmigrantes constantes. Además estos delincuentes no tienen miramiento alguno en poner en riesgo las vidas de las personas que transportan. Faltan agentes para vigilar la costa, faltan también en la valla. Pero aún así se considera que deben estar en una rotonda para que quienes llegan a la ciudad no se equivoquen y acudan directamente a la frontera.
Bajo un toldo, en una imagen tercermundista, los guardias civiles ejercen un turno que choca directamente con la función que tienen estos agentes. AEGC denuncia que la Delegación del Gobierno vuelve a afear a los guardias civiles permitiendo este tipo de situaciones que bien pueden ser encomendadas a otros servicios.
Quizá no se cambie de decisión, pero si se sigue manteniendo esta patrulla fija además de ser motivo de burla para cualquiera estaremos provocando vacíos en puntos donde son más necesarios para que funcionar como guías informativos.