Ante las próximas elecciones ya oímos la cantinela del PUCHERAZO. Consultemos la historia y hagamos un recorrido por los " pucheros" que nos hemos tragado como aceite de ricino y sin protestar.
¿De dónde surge el término Pucherazo?
No respetar las reglas del juego impuestas a priori.
La práctica continua y constante de la manipulación de las elecciones, por parte de unos y de otros para hacerse con el poder, dio lugar a un término que se ha quedado entre nosotros. Se trata del pucherazo.
Pucherazo viene de puchero. ¿Qué relación tiene con cualquier elección?
Cando, a finales del siglo XIX, tenían lugar las elecciones generales o locales en zonas rurales, las papeletas de los electores jamás se introducían en urnas de metacrilato o de cartón, como las que disponemos hoy día. No existían. Entonces se utilizaban los pucheros, que por un día se transformaban en primitivas urnas.
Dependiendo del resultado que se pretendiera obtener, se quitaban o se añadían papeletas, como si de un guiso se tratara, hasta alcanzar el resultado esperado.
Había otros métodos de manipulación de la voluntad popular, como los llamados lázaros, que eran los votos de los fallecidos que, resucitaban ese día como el Lázaro de los Evangelios, o los llamados cuneros, que eran electores que se inscribían de un modo irregular en una circunscripción que nos les correspondía".
Hablar de pucherazo en las elecciones del 23 de Julio es una reminiscencia del pasado, una memoria histórica que se aplica torticeramente cuando le conviene a un candidato para amedrentar, manipular, sembrar dudas, sospechar y todo lo que a uno se le ocurra para no legitimar los votos ni los resultados electorales.
Acusar al gobierno de idear un pucherazo por la fecha electoral es lanzar la piedra y esconder la mano, es reírse a carcajadas del sistema: Presidentes de mesa, vocales, apoderados, interventores, jueces, junta electoral y Cristo bendito.
¿Habrá Pucherazo si gana la derechona? ¿Lo hubo en las últimas elecciones? Su victoria fue clara pero no pidieron perdón por sus sospechas.
Los alumnos suelen decir que el "profe le tiene manía si suspende".
Ha quedado impregnado en el aire que respiramos el enchufe, el trato de favor, las mordidas, los tránsfugas, los votos comprados. Una caterva de juego sucio que asumimos como inventores de la picaresca. El caso de Melilla o los ecos del Tamayazo ponen en tela de juicio algunos males endémicos a la hora de analizar la democracia.
Pero traducir estas prácticas en estas elecciones es echar mierda a la legitimidad del ganador.
La justicia debería dar cuenta de estos "asustaviejas" que arengan a la discordia y al enfrentamiento; Trump es un buen ejemplo de ello.
¿Nos imaginamos a Abascal y a Feijóo tomando el parlamento? ¿Es posible pensar en sus correligionarios ocupando las calles para anular los resultados? Ellos sabrán, pero parece que lo pretenden. Que cada palo aguante su vela.
Hay otro Pucherazo de la verdad que nos lo comemos con papas y lo saboreamos tan campantes y dichosos. Hacen las delicias de nuestros paladares y aplaudimos a los cocineros del Máster Chef.
El PP negara mil veces que no pactará con Vox. También lo hizo el PSOE con Podemos, aunque Pedro Sánchez no le dejaría las llaves de su casa a Pablo Iglesias porque no se fiaba ni un pelo.
Luego vendrán los avíos para el puchero: nacionalistas, localistas, negacionistas, el pequeño Nicolás e incluso Belén Esteban si se presentara a las elecciones.
Sabemos quién hará el puchero con la izquierda y quién lo hará con la derecha, pero no lo reconocerán ni aunque baje un Nostradamus adelantando el futuro.
Todas las cazuelas se preparan esperando votos, vengan de donde vengan pues " gato negro o gato blanco, lo importante es que cace ratones"
¿Qué pasará el 23 de Julio? ¿Y el 24?
Todo el mundo a justificar su derrota o su triunfo", "todos los partidos habrán ganado. " El pueblo es sabio y soberano", "Vox populi, Vox dei" (la voz del pueblo es la voz de Dios). Nada tiene que ver el dicho con Abascal, que la gente es muy mala y me criticará el CAÑONAZO.
Voten en masa, legitimen la democracia, llenen las urnas hasta arriba.
Cada cosa en su sitio: las urnas en los colegios electorales y los pucheros en la cocina.