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El matrón y también docente analiza los retos de la Enfermería Obstétrico Ginecológica y presenta el Programa Formativo de la Especialidad, que coordina junto a Juana María Vázquez.
Luciano Rodríguez ha analizado los retos presentes y futuros de la Enfermería Obstétrico Ginecológica en una entrevista realizada por ‘Diario Enfermero’, de la Organización Colegial de Enfermería, es decir, el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España.
Matrón del Hospital Universitario del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en Ceuta (Ingesa), profesor de la Unidad Docente, responsable de Salud Reproductiva de Ingesa y miembro del consejo editorial de revistas científicas como ‘European Journal of Health Research’, coordina junto con Juana María Vázquez Lara el Programa Formativo de la Especialidad, del que recientemente se ha publicado un volumen más dentro de la colección.
Esta publicación, de carácter nacional, está editada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad junto a Ingesa Ceuta y se denomina Programa Formativo de la Especialidad de Enfermería Obstétrico Ginecológica (Matrona). Una colección que está estructurada en una decena de volúmenes organizados en base a grandes bloques teóricos: Enfermería Maternal y del Recién Nacido I; Enfermería Maternal y del Recién Nacido II; Enfermería de la Mujer y la Familia; Educación para la Salud de la Mujer; Administración de los Servicios Obstétrico-Ginecológicos (Matrona); Investigación en Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona); y Legislación. Han sido confeccionados siguiendo los tratados, recomendaciones científicas, protocolos, evidencias científicas y estrategias más actuales.
–¿La especialidad de Enfermería Obstétrico Ginecológica –matrona- es la más consolidada y verdaderamente implementada en el sistema sanitario, ¿Cómo se enfoca la formación de las nuevas matronas?
–Desde el punto de vista del Programa Formativo, la idea es ver a las matronas desde un ámbito más general de la salud reproductiva. Ir más allá del parto sino que debemos abordar la adolescencia, el climaterio, temas como la planificación familiar. Vamos actualizando temas como la investigación, el doctorado, el master, siempre buscando la mejor evidencia científica y desde luego no estancarnos en el parto.
–¿Hacia dónde camina la especialidad en un horizonte de diez o 20 años?
–Realmente se avanza hacia ser el referente mundial en investigación dentro de la obstetricia. También a una independencia absoluta, aunque dentro del campo de la enfermería. Sabemos que no dependemos del médico en un porcentaje bastante alto de nuestras actuaciones, atendemos el parto baja intervención de forma autónoma, pero se puede hacer más, como dar altas en las plantas, ser gestora de los cuidados, prescripción de determinados medicamentos… Tenemos que controlar los medicamentos que usamos en el día a día. Y no debemos olvidar tampoco lo fundamental que es el doctorado.
–¿Qué opina de que hay que fomentar el parto con aún menos intervención, con libertad para que la madre elija la postura o si quiere dar a luz en una bañera, por ejemplo?
–No es algo que hayamos inventado nada nuevo, se hacía tradicionalmente, ahora contamos con más medios –como las bañeras–, pero lo esencial es escuchar a la mujer. Partamos de la base de que la mujer embarazada no es una enferma, puedes darle opciones que no impliquen riesgo, que se pueda levantar, cambiar de postura, etcétera, en lugar de un control completo e intervención total desde el minuto cero. Esta naturalidad se traduce en menos cesáreas y menos partos intervenidos. Debemos tener el control justo y dar la oportunidad a la madre de que viva su parto con naturalidad. Así tendrá más hijos y además se traducirá en un ahorro para el sistema sanitario. En Holanda se realizan partos en casa, con la asistencia de la matrona con un gasto mucho menor. La gente está más satisfecha con el parto, se anima a tener más hijos y en general supone un beneficio para la sociedad.
–Pero esa tendencia creciente en la búsqueda de la naturalidad y la baja intervención tiene una cara oculta que es cuando muchas personas se ponen en manos de las doulas, que no son profesionales sanitarios, dejando de lado a la matrona y al ginecólogo. ¿Qué opina de las doulas que están participando en partos, qué riesgo asumen la madre y el niño?
–El profesional sanitario especializado somos las matronas, evolucionando, no hay otras personas que deban hacer estas actuaciones sin formación previa, Atender un parto así es arriesgado. El concepto de la doula como una persona que proporciona algunos cuidados a la mujer es una cosa que podría ser positivo, pero no pueden atender partos en casa ni comportarse como un profesional sanitario porque representa un riesgo absoluto para la madre y el hijo, con graves daños físicos y psicológicos para ambos y para la familia en general.
Las doulas implican un riesgo físico y psicológico para la madre y el hijo.
–¿Hace unos años creo un lenguaje a base de pictogramas para comunicarse con la población de origen árabe de Ceuta, ¿sigue vivo ese proyecto?
–Pues sí, fue creado en 2006, hace 11 años y hoy está más vivo que nunca, ha recorrido el mundo entero, nos llaman autores de tesis, investigadores… Algo tan básico como pensar en la comunicación entre las personas puede ayudar muchísimo.