Es difícil entender cómo puede suceder esto en pleno 2023. No tiene explicación. A fecha de hoy, si no se consigue ayudar de inmediato a Soadia habría que parar la campaña electoral. Habría que hacerlo porque es inconcebible que los líderes políticos, todos ellos, estén paseándose por las barriadas pidiendo el voto mientras una mujer está muriéndose poco a poco. Muriéndose porque nadie la opera para quitarle el tumor que tiene en el ovario.
Es inconcebible que hoy sigan anunciando visitas de líderes, mandando notas de prensa, denunciando las primeras chorradas que a un líder político se le pasa por la cabeza cuando tenemos a una mujer a la que sólo se le ponen trabas en ese camino urgente por salvar su propia vida.
La familia de Soadia está desesperada. Hablar con ellos produce rabia. Están tan agotados, están sufriendo tanto que no se puede esperar ni un minuto más sin dar una solución.
Si hoy mismo no se desbloquea este caso no me queda otra que considerar a todos los líderes políticos unos indignos. Porque indigno es seguir celebrando fiestas en barrios, pedir el voto vendiendo que les importan los ciudadanos cuando hay una mujer que se muere poco a poco porque no le dan un pase humanitario para operarse en una clínica de la Península.
Si ustedes quieren que nosotros, ciudadanos, creamos en que la política sirve para algo, muévanse ya. El alcalde Juan Vivas que quiere renovar en el Gobierno tiene cita a las 10:00 horas en la iglesia de África para asistir a una misa rociera. Después de rezar a Dios tiene una cita con los mortales, tiene que resolver este caso dentro de sus competencias porque hay una ciudadana que se está muriendo.
El aspirante a alcalde, Juan Gutiérrez, quien dice en redes sociales que él y su equipo trabajan para que todos tengamos una vida mejor ya sabe lo que tiene que hacer: cumplir lo que está prometiendo para que se le crea. Él y su equipo, que tan bien se conocen el Príncipe, tienen que hacer algo para interceder por esta mujer. Pueden comprobar la honestidad de su familia, la desesperación que tienen al ver que Soadia se les está yendo poco a poco.
No podemos permitir lo que está pasando, no se puede permitir que a una mujer que necesita una operación urgente, que la puede pagar, que tiene arraigo en Ceuta, que toda su familia está aquí… se le esté dejando morir porque su pasaporte está caducado o no se le intervenga en Ceuta por cuestiones administrativas.
Vaya, cuando se quiere algo se hace. Bien lo saben todos estos mandamases o aspirantes a serlo.
¿Esto qué es?, ¿nos están insultando a todos?, ¿qué burocracia indecente sirve de obstáculo para no resolver este caso permitiendo que esta mujer simplemente pueda seguir viviendo?
No suelo confiar mucho en la clase política, pero quizá quede algo de luz todavía para ver que si se quiere se puede. Para comprobar que realmente a ustedes, a los que aspiran a seguir gobernando o a gobernar de nuevas, les importamos los ciudadanos.