Los incendios forestales en Marruecos quemaron en 2022 un total de 22.762 hectáreas, siete veces más que el año anterior. Así lo explicó el martes 8 de mayo la Agencia Nacional de Agua y Bosques (ANEF, por sus siglas en francés), que teme un aumento del riesgo de incendios forestales en 2023 a causa de la sequía y la ola de calor.
El director general de ANEF, Abderrahim Houmy, desarrolló en una conferencia destinada a la presentación del balance de incendios forestales en Rabat que el país magrebí registraba una media de 3.000 hectáreas de superficies boscosas incendiadas, pero subrayó que 2022 fue "un año excepcional".
Son en total 500 incendios forestales censados en Marruecos en 2022, según las estadísticas de ANEF, que subrayó que la superficie incendiada es la más importante desde 1960.
En 2022 todas las regiones fueron afectadas por estos incendios, siendo la región norteña de Tánger, Tetuán y Alhucemas la más impactada, con una superficie quemada de 18.704 hectáreas seguida por Fez y Meknés, con 1.775.
El director de ANEF subrayó que el 99 % de estos incendios se atribuyen al factor humano e insistió en la importancia de las campañas de concienciación de su agencia para prevenir estos sucesos.
En la extinción de los incendios forestales, la ANEF cuenta con sus efectivos, los de la Protección Civil, las autoridades locales, el Ministerio de Interior, La Gendarmería Real, las Fuerzas Armadas Reales y las Fuerzas Auxiliares. El país dispone de seis aviones Canadair y prevé próximamente la adquisición de otros dos.
El director de la Reforestación y de Riesgos Climáticos y Medioambientales en la agencia, Fouad Assali, hizo hincapié durante la conferencia en los esfuerzos de los efectivos marroquíes que permitieron reducir los riesgos de los incendios forestales el año pasado en 133.000 hectáreas.
Assali añadió que en 2022 Marruecos recurrió por primera vez a los drones en la extinción de los incendios y para detectar los posibles focos donde hay riesgos de incendios.
Los responsables de ANEF alertaron de que la presencia de una vegetación seca y abundante en la época estival de 2023, además de la sequía y las largas olas de calor, "aumentan el riesgo de incendios forestales" y de su consecuente impacto sobre la biodiversidad y la población local.
La agencia destinó para este año 200 millones de dirhams (18 millones de euros) para la prevención y lucha contra los incendios forestales.