La ministra de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, Leila Benali, dijo que las importaciones del diésel ruso representan el 10 % del total de las importaciones de su país de este combustible y añadió que la guerra en Ucrania tuvo un efecto negativo sobre la factura energética de Marruecos.
"A Marruecos se le pone al mismo nivel que otros países calificados de grandes consumidores del diésel ruso como Turquía y la India, pero hay que recordar que las importaciones de Marruecos de diésel ruso no superan el 10 % del total de importaciones", apuntó la ministra en su intervención este martes en una sesión plenaria destinada a las preguntas orales en la Cámara de Consejeros (cámara alta).
La ministra marroquí explicó que el consumo de Marruecos de productos petroleros no supera el 0,2 % en el mercado internacional y, en cuanto al diésel, representa un 0,05 %, subrayando que Turquía consume seis veces más que el país magrebí y la India veinticinco veces más.
Benali afirmó que la coyuntura actual marcada por "la crisis geopolítica internacional", en referencia a la guerra en Ucrania, "no tiene ningún impacto positivo sobre la factura energética de Marruecos o la de sus ciudadanos".
Además, la ministra aseguró que el tipo de sanciones impuestas sobre los productos petroleros rusos permitieron una disponibilidad de suministros para evitar una perturbación en los mercados internacionales "con la condición" de comprarlo a precios por debajo de 750 dólares por tonelada en lo que se refiere al gasóleo.
Las declaraciones de Benali se producen después de que varios medios internacionales apuntaran que Rusia aumentó en los últimos meses sus exportaciones de diésel a países del norte de África, entre ellos Marruecos que, según el diario Wall Street Journal, había importado 2 millones de barriles de diésel en enero frente a solo 600.000 barriles en todo 2022.
Afriquia negó haber importado diésel ruso, aunque señaló que sigue buscando la manera de hacerlo
Y en febrero pasado, el parlamentario Abdelkader Taher, del partido opositor Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), dirigió una pregunta al gobierno en la que acusa a las compañías petroleras del país magrebí de importar el diésel ruso a precios baratos para revenderlo en el mercado nacional a precios más altos cambiando su lugar de procedencia.
El Gobierno reaccionó un mes después a la polémica cuando la ministra de Economía marroquí, Nadia Fettah Alaui, aseguró en el Parlamento que el gasóleo ruso supuso un 9 % del total de importaciones de este combustible del país en 2020, bajó a un 5 % en 2021, se situó en un 9 % en 2022 y subió a un 13 % en los primeros tres meses de este año.
Además, Afriquia (una de las grandes empresas importadoras y distribuidoras de combustibles en Marruecos) negó haber importado diésel ruso, aunque señaló que sigue buscando la manera de hacerlo, puesto que el país magrebí no impone sanciones sobre los combustibles rusos.
El director general de la compañía, Said El Baghdadi, dijo al sitio electrónico marroquí "Le360.com" que las sanciones occidentales generan obstáculos para la empresa a la hora de pagar y añadió que solo las multinacionales que disponen de servicios bancarios fuera de Europa pueden hacerlo.