El PSOE de Ceuta ha enviado una nota de prensa para denunciar que el Centro Asesor de la Mujer (CAM), "además de presentar serias deficiencias estructurales, cuenta con unas condiciones laborales que dejan mucho que desear”. El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Manuel Hernández, ha mantenido contactos con los empleados de dichas instalaciones, quienes les han trasladado sus quejas por “no poder desarrollar una formación continua, una carrera profesional, y llevar 25 años de discriminación laboral”.
Hernández apoya la postura de los trabajadores en cuanto a que “el hecho de que no haya RPT no puede ser un impedimento para promocionar”, y denuncia las “incongruencias” del Gobierno local en cuanto a contratación, poniendo como ejemplo que “los monitores de Gimnasia pertenecen a la categoría profesional C2 y reclaman un C1, es decir, un técnico deportivo como en el Instituto Ceutí de Deportes”, así como que “desde el año 2001 se les obliga a tener una formación en Igualdad y, sin embargo, en la última convocatoria para técnicos no se exigía dicho requisito, lo que evidencia la desidia del Gobierno del PP en esta materia, configurando al III Plan de Igualdad como un proyecto fantasma”.
“A pesar de las condiciones que sufren los trabajadores, no son los únicos perjudicados, sino que los usuarios también han tenido que padecer más de un año sin clases de Gimnasia, que el taller de Cerámica aún se encuentre sin monitor y que la profesora de Corte y Confección se jubile dentro de cuatro años, con el consiguiente rumor de que la plaza se amortizará como ha sucedido con otras jubilaciones; por no hablar del desbarajuste en el proceso de inscripción del presente año, que ha dejado a los usuarios muy descontentos y que se ha llevado a cabo en el Registro de la Ciudad, donde se les ha negado la posibilidad de presentar reclamaciones al respecto”, enumera el portavoz socialista.
Por todo ello, Hernández reprocha al Gobierno local “la desidia y la negación con la que trata tanto a los trabajadores del centro, como a los usuarios, convirtiendo al CAM en unas instalaciones que tienen que mantener abiertas por cumplir, sin mayor interés ni voluntad política”.