Los telediarios, las tertulias, los programas de cotilleos, las revistas del corazón, psicólogos, profesores de ética, políticos... Ana Obregón protagoniza la rabiosa actualidad en Semana Santa.
La actriz ha conseguido que en torno a su decisión todos los ojos, todas las bocas y todas la sociedad se pronuncie sobre la maternidad subrogada. Es más, pasaron a segundo plano la madrugá sevillana, Nuestro Padre Jesús el rico, el Cristo de la Buena Muerte y la simpática cabra de la legión y proyecto de Yolanda Díaz; todo eclipsado por la primera madre abuela de España.
La maternidad subrogada es un tipo de embarazo en el que una mujer lleva en su vientre la gestación de un feto, en lugar de otra persona que no puede tener hijos, hasta dar a luz. En un embarazo subrogado, se forma un embrión con espermatozoides donados que fecundan los óvulos de la gestante subrogada o los óvulos de una donante.
Ana decidió seguir siendo madre a través del esperma de su hijo fallecido hace unos meses.
Ella, y solo ella, sabrá los motivos y serán éstos los que pongan en “tela de juicio’’ cualquier asunto relacionado con la ética.
Óvulos, espermatozoides, úteros, vientres: una mujer gestante tendrá que someterse a esta técnica de reproducción asistida.
¿Hay que pagar a la gestante? ¿Es una manipulación que cosifica a la mujer? ¿A quién perjudica? ¿Qué es lo que pasa?
La izquierda y las leyes españolas lo rechazan, la derecha no se pronuncia, los ginecólogos ejercen como ginecólogos y no entran al trapo.
Este pobrecito hablador y servidor de ustedes lanza al cielo ceutí las siguientes cuestiones socraticas
¿Por qué tanto escándalo? ¿Por qué pensamos que el nasciturus es un producto de laboratorio a secas? ¿Qué sucede cuando alguien quiere tener hijos y, por los motivos que fueren, la biología no capacita a la persona? ¿No tenemos derecho los homosexuales y las lesbianas? ¿Sufrirá el bebé un estigma para toda la vida?
Vaya tela con la hipocresía: adopciones imposibles o dedos acusadores, moralinas, opinadores de pacotilla y otros predicadores de la verdad.
Un ser humano se forma en una sociedad, en una cultura que le permite ser libre, ser persona con todos y cada uno de los derechos implícitos a su dignidad.
¿Qué sucede si unos padres deciden tener un hijo para realizar un trasplante de médula a su hermano? ¿Los dos hijos serán amados por sus padres? ¿Qué pasa con las donaciones en vida? ¿No puede donarme un desconocido un riñón?
Luchamos por la legalización del aborto, por las madres solteras, pero no vemos un ápice de aprobación de ese progresismo militante. Todo reside en pagar o no pagar. Ese es el tema.
Nadie dice que cobrar un salario de mierda es usar a las personas, todos callan cuando la empresa Hércules no paga a los trabajadores, nadie habla de la posibilidad de parar el hambre, nadie mira a la gente que duerme en la calle.. mutis por el foro.
Pagar o no pagar se vuelve la piedra angular del tema.
Qué exquisitos nos volvemos cuando nos comemos caviar y nos bebemos un vino carísimo de la Despensa de Marta criticando a la monstrua de esta actriz; esta actriz que dona y recauda todo el dinero generado por la prensa amarilla para luchar contra el cáncer.
Seguro que veremos a la niña por las calles de Ceuta orgullosa de haber nacido. Lo mismo estudia Derecho y manda a la empresa Hércules a tomar por cu...