Como no podía ser de otra manera, Ceuta volvió a vivir una jornada netamente volcada hacia el mar. La festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los hombres de la mar, tuvo sus dos lugares primordiales: la Alambraba y el centro. Fueron muchos los cientos de ceutíes que se dieron cita en la playa al lado justo de la Capilla que lleva el nombre de la Reina de los Mares y luego, en el caso urbano, cuando la parihuela salió de la Iglesia Nuestra Señora de África. Por supuesto, si en toda la costa española, desde Donostia hasta Cataluña se vive el día de la Reina de los Mares, Ceuta, rodeada de agua, no podía quedar al margen. Estas dos procesiones son una parte de la tradición de Ceuta. Salidas procesionales que han variado con el paso del tiempo, pero que, desde luego, siguen enraizadas de manera clara en el corazón de muchos caballas, de manera principal, en las personas que tienen el mar como profesión de una u otra forma. La Virgen del Carmen que vela por la seguridad y el futuro de los hombres de la mar sabe que llegada su fecha, sus fervientes y amadísimos hijos estarán unas horas con ella. Rendirle pleitesía, porque, en definitiva, es la Reina de los Mares.