Achraf cumplió los 17 años el pasado enero. Ahora intenta reponerse en la UCI de las graves heridas sufridas al ser tiroteado en el Príncipe, barriada a la que acudió para visitar a su tía. Entró en Ceuta en mayo de 2021, cuando cientos de menores marroquíes como él fueron animados por las consignas del rey de Marruecos a acceder a nuestra ciudad bajo engaños y promesas. Desde entonces ha estado a cargo del Samu y ahora tenía su hogar en ‘La Esperanza’.
En el barrio vive una familiar de su madre a la que quería visitar. La combinación fatal de diversos factores le han terminado llevando al hospital en donde permanece en estado grave pero estable. No le han podido extraer la bala.
Cuenta su familia a El Faro que el chico, al ver que su familiar no estaba en su casa se iba a marchar del barrio. A la altura del zoco se topó con la ráfaga de disparos que ya estaba atemorizando a los vecinos. Él también se asustó y corrió, terminó herido por una de esas balas cerca del abdomen. Perdió mucha sangre desplomándose en el callejón frente al zoco, pero la rápida intervención del 061 sirvió para primero estabilizarlo y después proceder a su traslado al HUCE, llevándolo directo al quirófano para su intervención.
A Achraf todos le definen como un “chico bueno”
“Llevaba unas semanas sin subir y fíjate con lo que se ha encontrado”, lamentaba su familia. Los padres de Achraf, que están en Marruecos, conocían la noticia de lo que le había pasado al menor temiéndose lo peor.
A Achraf todos le definen como un “chico bueno” que “no tiene problemas” con nadie ni se mete en asuntos raros. Entró en mayo y como muchos adolescentes se quedó en Ceuta llevado de la mano del equipo de menores que se encargó de atender todos los casos que, de imprevisto, saturaron los mecanismos oficiales.
Confían en que salga de esta. Es joven “aunque está muy delgado, tiene anemia”, lamentan sus familiares que todavía no asimilan cómo ha podido terminar así cuando solo acudía a visitar el hogar.