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Intenta apuñalar a un guardia civil tras entorpecer el tráfico en la N352
Un agente de la Guardia Civil sufrió ayer un violento ataque por parte del conductor de un vehículo dedicado al tráfico de mercancías que consiguió escaparse sin ser detenido. Los hechos se produjeron en la carretera de la frontera, muy cerca de la iglesia de la Almadraba, cuando el agente que estaba fuera de servicio recriminó al conductor de un vehículo patera la maniobra irregular que acababa de realizar y que, de hecho, provocó un caos mayor al obstaculizar el tráfico en los dos sentidos.
La respuesta del sujeto ante la llamada de atención del componente de la Guardia Civil fue creciendo en gravedad. Primero le insultó, mentando directamente a su madre de forma despectiva, y después echó mano de un cuchillo con una hoja de más de 25 centímetros para, empuñándolo, intentar agredirle y clavárselo sin éxito, amenazándole delante de todos los presentes con frases como “te voy a rajar, te voy a matar”. Antes de escapar del lugar le agredió golpeándole en el rostro y escapando del lugar dejando el vehículo abandonado.
De los hechos ya se ha dado parte en la Comandancia, en donde también se ha sabido que el vehículo, modelo furgoneta, está a nombre de otra persona que, a su vez, reconoció habérselo dejado a otra distinta para el pase de mercancía. El hecho es que hasta llegar a manos del agresor ha pasado por otras distintas en una suerte de enredos que vienen a dificultar el dar de forma más fácil con el conductor.
La Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC) ya ha anunciado que se personará con sus servicios jurídicos en este asunto para esclarecer los hechos y cree necesario que se lleve a cabo “un riguroso registro de vehículos que pasan mercancía para comprobar el legítimo uso de los mismos”, explica a El Faro, al objeto de evitar situaciones como la de ayer en las que se escenifica una cadena de usuarios del mismo vehículo sin saber finalmente quién es el que lo conduce. “Consideramos insólito que los vehículos se presten a personas sin conocer su identidad. No vamos a permitir ninguna agresión física ni amenazas a guardias civiles y ya son muchas las que se están produciendo lamentablemente”, añade la AEGC. “Vamos a pedir la máxima contundencia a las personas que por acción u omisión obstruyen conocer la identidad del agresor”, apostilla.
Además de defender al agente, la asociación ha lamentado que en el momento de producirse los hechos, a plena luz del día, nadie prestó ayuda al guardia ni tan siquiera alertó a la Policía, a pesar de la cantidad de personas que había en el lugar.
Mientras no haya mano dura, esto va a ser el co--- de la Bernarda