Volvemos a repetir que Ceuta necesita un movimiento vecinal fuerte, pero no un movimiento vecinal para estar enfrentado de manera directa al Ayuntamiento, sino como ese bastón que siempre ha supuesto la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos para la Ciudad Autónoma. Y el primero que lo sabe es el propio presidente de la Ciudad, Juan Vivas, porque durante muchos años, los presidentes de barriadas han sido interlocutores válidos para el máximo responsable del Gobierno, aunque desde hace muchos años lo abandonó y hoy por hoy, quienes terminan atendiéndoles como decíamos ayer para los Planes no es el propio presidente, sino el gestor de Servicios de Fomento. Hay que destacar que en cuanto han demostrado un poco de unidad de acción, la mínima y que ha durado menos de una semana, hasta un consejero ha acudido a la sede federativa para dar explicaciones. Las que sean, para dar explicaciones, porque se estaba poniendo en peligro la elección de la Reina de las Fiestas. Si los presidentes de barriadas no aprenden de esta lección es que, a lo mejor, no merece la pena seguir luchando por un movimiento vecinal fuerte. Ellos son los que deben aprender y sacar las conclusiones, pero lo primero es poner orden en su propia casa y éso, a día de hoy, todavía se ve difícil a meses vista por lo menos.