El paro registrado ha bajado en los últimos 12 meses en 214.681 personas (-6,87%), situándose en 2.908.397, es decir, por debajo de los 3 millones. Esto significa que estamos en una cifra similar a la que teníamos en noviembre de 2008, cuando comenzó la crisis financiera internacional. Posteriormente a este año, el paro seguiría subiendo hasta alcanzar los 5 millones a principios de 2013. A partir de ahí comenzó a bajar algo, pero sin dejar nunca la barrera de los 3 millones de parados. La pandemia desencadenada en 2020, haría que nuevamente comenzara a subir dicho desempleo, hasta que una suerte de buena gestión del mercado laboral, incluida una importante reforma legal, nos ha llevado a un desempleo como el actual, similar al de hace casi 15 años.
En lo referente a la afiliación media a la Seguridad Social, seguimos por encima de los 20 millones. En concreto 20.081.223 personas (454.063 más que hace un año). En noviembre de 2008 estábamos en 18.721.387. Es decir, cifras nunca vistas en la historia reciente de nuestro país. De estas cifras hay que destacar que en enero se registraron 530.306 contratos indefinidos (44% del total). Analizando algo cada uno de los regímenes, se observa que los sectores en los que más se incrementa la afiliación son los de información y comunicación (+8,3%)Actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (+8,3%), hostelería (+6,5%); actividades profesionales y científicas (+5,31%) y transporte y almacenamiento (+4,4%).
Pero también hay algunas sombras. En el mes de enero el paro sube en unas 70.000 personas respecto a diciembre de 2022, aunque en términos desestacionalizados baja en 12.462 personas. La afiliación desciende en 215.047 personas en enero, aunque en términos desestacionalizados aumenta en 57.726 personas. El empleo de las mujeres tiene este mes una evolución más desfavorable que el de los hombres. De hecho, el régimen de empleadas de hogar fue uno de los que más destruyeron empleo.
El diagnóstico del primer sindicato del país, Comisiones Obreras, en su último informe de coyuntura laboral, es que el ritmo de creación de empleo anual se sigue desacelerando, aunque de una forma mucho más lenta gracias a la reforma laboral. De la misma forma, se hacen eco de los informes del Banco de España, que estima el fortalecimiento del consumo de las familias en 3.000 millones de euros, a consecuencia de la transformación de contratos temporales en indefinidos.
Veamos qué ha pasado por Comunidades Autónomas. En términos anuales, todas las Comunidades autónomas, salvo la Ciudad Autónoma de Melilla, han bajado sus cifras de desempleo respecto al año anterior. La que más ha contribuido a esta bajada nacional ha sido Baleares (-34,69%), seguida de Madrid (-13,21%), Extremadura (-10,92%) y Canarias (-10%). Sin embargo, en términos mensuales, la única Comunidad que baja respecto a diciembre son las Islas Baleares (-0,83%). Estos datos están en consonancia con el incremento de empleo en los sectores referidos de hostelería, ocio, información y comunicación, y logística.
En definitiva, más luces que sombras, una situación bastante positiva para el mercado laboral y, por tanto, para la ciudadanía de este país. Y esto significa, como ya decíamos en un artículo anterior, que el desempleo baja, independientemente del color político del gobierno de cada comunidad. La razón es bien simple. La política económica del gobierno central es la adecuada, y su gestión está teniendo más luces que sobras, como siguen demostrando también los últimos datos sobre crecimiento del PIB (2,7), inflación (5,8), deuda bruta de las Administraciones Públicas (pasas del 120 al 118,4% desde 2020 a 2021) y deuda externa bruta total (baja del 199% al 193% en el mismo periodo anterior).
Llegados a este punto, es legítimo volver a preguntarse si puede haber alguien en este país que no se alegre de la positiva evolución de la situación del mercado laboral y de sus consecuencias sobre la marcha general de la economía. La respuesta, lamentablemente sigue siendo que sí. El último, el economista Ramón Tamames, que en su día hizo algunas contribuciones interesantes a la ciencia económica, pero que ha tomado una deriva peligrosa al aceptar ser el candidato de Vox a presidente del Gobierno, en su moción de censura contra Pedro Sánchez.
Pero el odio a nuestro presidente no puede borrar los brillantes datos de la economía española y de su mercado laboral. Como decimos, con algunas sombras puntuales, pero con muchas más luces, que benefician a los ciudadanos.