Benedicto XVI, de nombre secular Joseph Aloisius Ratzinger fue el 265 º papa de la Iglesia católica.
Llevo pegado como una lapa a la televisión repasando momentos históricos del emérito y pensando en acudir a Roma para acompañar al Santo Padre en el catafalco de la muerte.
Benedicto XVI eliminó el limbo - lugar donde ‘'iban” los niños que morían sin recibir el bautismo- tras las conclusiones de una Comisión Teológica Internacional. Ya había dicho en 1984 que el limbo era solamente “una hipótesis teológica”. Por ello, a partir de ese momento, el niño que muriese sin bautizar, quedaba en manos de “la misericordia de Dios”.
Mi profe de religión nos decía que si un bebé estaba sin bautizar y se encontraba muy grave deberíamos hacerle la Señal de la Santa Cruz, era lo que estudiamos con el catecismo en la EGB
Me sorprendió que propiciara de nuevo la misa en latín. Tal vez se olvidó de los feligreses que no sabían ni el “rosa rosae”. ¿Cómo podrían entender el Evangelio?
La homosexualidad, el uso del condón para prevenir el VIH y la mujer en la iglesia también fueron difíciles de digerir por los católicos de base y los religiosos que olvidaron sus hábitos para estar con el pueblo al pie del cañón.
Con Benedicto, Juan Pablo segundo subió a los cielos a la velocidad de la luz, otros santos tardaron siglos en ser canonizados, lo mismo influido por la física moderna aplicó la ecuación espacio/ tiempo.
Pensó que los delitos como la pederastia deberían resolverse en casa y no airearlos como hicieron las víctimas resentidas y ateas que lo sufrieron.
Entre otras de sus grandezas fue la capacidad de perdona y el Jefe del Estado Vaticano pidió una oración por el obispo Richard Williamson, quien “creía que en la Alemania nazi no existieron las cámaras de gas” y que sólo unos 300.000 “y no seis millones” murieron en los campos de concentración, aunque “ninguno gaseado”.
Al respecto, aconsejó urbi et orbi pelillos a la mar.
El vicario de Dios se puso como una hidra tras el sacrilegio del robo de los sacrosantos documentos aireados por el vaticanleaks a partir de la filtración de legajos que involucraban a la Santa Sede en eventos de corrupción; descubrieron diversos chantajes a obispos homosexuales y luchas intersticial por el poder, la banca y otras sospechas.
Lo mismo no voy a Roma y anulo mi viaje.
El purpurado debe viajar al cielo.
Aquí hay un dicho que dice: “los buenos van al cielo, los malos al infierno y los regulares a Ceuta y Melilla”.
Tanta paz lleve como descanso deja