El Colegio Oficial de Médicos de Ceuta ha querido mostrar su profundo pesar a los familiares y allegados del doctor Eustaquio de Miguel Zaragoza por su pérdida, especialmente a su mujer e hijos. El médico ha fallecido este 9 de enero y era un miembro muy importante del colectivo sanitario, tal y como ha reseñado la entidad sanitaria.
Nació el 21 de octubre de 1931 en Villacañas, en la provincia de Toledo. Eustaquio de Miguel se dio de alta en el Colegio de Médicos de Ceuta el 11 de junio de 1963 y se le nombró colegiado honorifico el 21 de octubre del 2001.
De Miguel tuvo una carrera profesional muy extensa y era especialista en reumatología, en medicina interna y también fue médico militar. Además fue delegado provincial de ASISA en nuestra ciudad.
El colegiado fue uno de los médicos jubilados voluntarios que ayudó al sistema sanitario de Ceuta durante la pandemia, “mostrando con este acto la pasión y dedicación que le ha tenido siempre a su vocación”, ha destacado el colegio oficial.
Comunicado de consternación
La Junta de la Directiva del Colegio de Médicos de Ceuta lamenta profundamente el fallecimiento de este gran médico y, sobre todo, gran compañero, esposo y padre.
La consternación es clara entre el colectivo sanitario por lo que fue esta persona erigida en un referente sanitario para nuestra ciudad. Algo que ha querido ser reseñado por el propio Colegio de Médicos en un comunicado que ha hecho público y con el que se une en las condolencias trasladadas a la familia del fallecido.
En la reseña oficial trasladada se hace mención a la importancia que en el ámbito sanitario tuvo este profesional médico que, además, una vez ya jubilado quiso seguir ofreciendo sus servicios en un momento tan delicado como lo fue el de la pandemia.
Sanidad muestra el agradecimiento a los médicos jubilados
El Colegio de Médicos de Ceuta ha recibido el agradecimiento de la Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación a los médicos jubilados que trabajaron voluntaria y desinteresadamente durante la pandemia. Concretamente este grupo de profesionales jubilados trabajaron con el Servicio de Epidemiología, tanto siguiendo los casos de los enfermos con la COVID-19 como de contactos con estos.
“Su actitud proactiva, su dedicación concienzuda, la transmisión de su conocimiento sobre la materia, en definitiva, la dedicación a la profesión que ya no tenían obligación de ejercer constituyó una inestimable ayuda en unos momentos de especial dificultad en nuestra ciudad”, aluden desde Sanidad.
En concreto, la Consejería ha destacado su gratitud personalmente, a los siguientes médicos: José Antonio Moreno Vázquez, Salvador Fossati Castillo, Hugo Gonzalo Martínez Vela, Rafael Vivas Guzmán, Manuel Lupiani Giménez, Joaquín Andrés Quílez, África Fernández Maese, Emilio Ambrona Vega, José Tinoco Rodríguez, y con mención especial a Enrique Ostalé Baeza, quien falleció durante la pandemia, y al que se le otorgó recientemente el nombramiento nacional de Colegiado de Honor con emblema de Plata en la VII Convención de la Profesión Médica celebrada recientemente en Madrid.
Además también han querido agradecer su labor al reciente fallecido Eustaquio De Miguel Zaragoza, quien nos ha dejado esta misma tarde de lunes.