Con muy poco se puede ser muy feliz. El Alto Atlas es una región al sur de Marruecos con aldeas que cuentan con muy pocos recursos para la vida cotidiana y hasta allí se ha desplazado el exciclista español Alberto Contador para entregar 35 bicicletas a niños desfavorecidos. El camino que recorrido no ha sido fácil. Desde Pinto hasta Algeciras, ferry a Ceuta y luego carretera hasta llegar a su destino.
La Fundación Alberto Contador, el proyecto ‘Bicis para la vida By ŠKODA’ y Fundación ‘Seur’ han sido los encargados de llevar estas bicicletas y hacer un poquito más felices a niños que no están acostumbrados a tener este tipo de medios. Estas bicis son arregladas por personas con discapacidad de la asociación AMP de la ciudad natal del exciclista, Pinto.
Francisco Romero, director general de la fundación Alberto Contador, explica en qué consiste este proyecto: “Consiste en la recogida de bicis, las ponemos a punto y se las entregamos a personas que no tienen recursos para poder disponer de bicicletas”. Recalca que la “ilusión” es “muy importante para un proyecto, porque sin ilusión ninguna de las partes funcionan bien”.
"Ilusión por ver a niños disfrutar así"
Supone una complejidad llegar con los furgones y las bicicletas hasta estas aldeas rocosas de Marruecos, ya que desde Ceuta hasta este lugar se tarda unas nueve horas. Pero ‘Bicis para la Vida by ŠKODA’ lo hace para los niños y para que tengan medios de transporte para desplazarse. El propio Contador afirma que las usan no solo para jugar sino “para ir al colegio y para moverse, es un medio de transporte porque te cambia la vida.”
Una de las personas más importantes en este proyecto es Hafid El Rhadiouini, ya que es el encargado de supervisar las bicicletas en Marruecos y que estén “en buen estado”. Agradece de corazón esta labor que hace ŠKODA “para hacer feliz a estos niños”.
No es la primera vez que este proyecto se encarga de regalar bicis en desuso; ya lo hicieron para niños refugiados de la guerra de Ucrania, pero Contador destaca que “este viaje ha sido muy especial”. “Te emociona, te llega al corazón, te impacta ver a niños disfrutar así”, concluye.
A ver si se van a despeñar y ya tenemos el lío montado
Sin duda un comentario de lo más desafortunado, ya puede usted comenzar el simulacro de paz y amor de las navidades con toda tranquilidad.
Bonita idea, me tiene que explicar cómo ha podido pasar las bicicletas por Bab Septa. Yo he intentado pasar dos usadas y me echaron para atrás. También llevo ropa,zapatos y otros juguetes, pero cada vez me ponen más pegas. No quieren ni a los suyos