Ceuta tiene, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, correspondientes al curso 2020-2021, el segundo porcentaje más elevado de alumnado con necesidades especiales, un 5,2% del total, solo por detrás de Navarra (6,1%) y casi el doble que la media nacional (2,8%).
Son, en términos absolutos, casi 900 estudiantes, la mayoría (cerca de 600) con discapacidad intelectual, pero también con trastornos generalizados del desarrollo o graves de conducta y personalidad.
La red de colegios públicos de la ciudad dispone actualmente, tras la apertura de otra en el CEIP Andrés Manjón este curso, de una decena de aulas especializadas, tanto abiertas como específicas.
El esfuerzo del MEFP no ha logrado, sin embargo, colmar ni de lejos las necesidades de la comunidad educativa local, como lleva años atestiguando el malestar de las asociaciones de familiares.
Ceuta Ya! volvió a plantear ayer en el Pleno de la Ciudad, que carece de competencias educativas, la imperiosa necesidad de reforzar los recursos disponibles, tanto humanos como materiales.
Este curso ha sido necesario de nuevo esperar al Plan de Empleo para paliar las carencias de profesionales en los centros, un déficit que no se puede seguir perpetuando en el tiempo.
Ahí también debe notarse el refuerzo de la presencia del Estado, que solamente gestiona la Educación en Ceuta y Melilla y debería hacer de ambas ciudades un ejemplo y modelo para el resto de autonomías, no ampararse en el cumplimiento de los mínimos legales para excusar sus deficiencias. Es urgente garantizar una Educación realmente integradora e inclusiva , principio irrenunciable de la LOMLOE que no se pude obviar.