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Una profesora de la UGR argumenta que su salida del mercado común y de la unión aduanera traería este beneficio
Los resultados de las elecciones generales en el Reino Unido, celebradas el jueves pasado, han dejado más dudas que certezas en cuanto a la salida de los británicos de la Unión Europea (UE), el proceso conocido por la abreviatura Brexit. El convulso panorama político en las islas hace difícil concretar los derroteros por los que avanzarán las negociaciones con las autoridades comunitarias hasta su desconexión de los socios del continente, con la única evidencia de que este proceso deberá de finalizar el próximo 29 de marzo de 2019.
El ‘sí’ a la pregunta del referéndum acerca de dejar la UE ha hecho tambalear los cimientos del espacio comunitario y ha abierto un fractura que inquieta a los gibraltareños ya que se arriesgan a perder un régimen fiscal atractivo para la instalación de sociedades empresariales. El denominado Brexit ‘duro’ supondría para el Reino Unido no solo marcharse de la UE, sino abandonar también el mercado común europeo y la unión aduanera. Mientras que el concepto de Brexit ‘blando’ conllevaría que, pese a no ser estado miembro, sí tendría pleno acceso al mercado único.
Dos escenarios que sirven a la profesora del departamento de Economía Internacional y de España de la Facultad de Educación, Economía y Tecnología de la Universidad de Granada en Ceuta, María José Aznar Unzurrunzaga, para analizar el impacto que puede tener en Ceuta la retirada de Gibraltar de la UE. En el primer futurible –Brexit ‘duro’ para simplificar–, cuando Gibraltar quede fuera de la Unión, tras la marcha del Reino Unido, se convertirá en un territorio integrante de un ‘país tercero’ (en el argot de la UE, se trata de países no pertenecientes a esta). “Eso lo recordaba el presidente Mariano Rajoy al afirmar que Gibraltar se irá de la Unión y no se le aplicará el acervo comunitario en cuanto el Reino Unido se vaya”, indicó la docente consultada sobre la repercusión del Brexit en la ciudad autónoma.
En esta situación, en principio, habría que definir un esquema de relaciones comerciales entre ambas partes (UE–Reino Unido), continuó Aznar Unzurrunzaga, lo que conllevaría el establecimiento de una aduana comercial en la frontera con Gibraltar. “La aplicación de unos aranceles a la importación de productos (vía terrestre y marítima) en la colonia inglesa sin duda va a encarecer los mismos, lo que podría traducirse en un cierto beneficio para Ceuta”, argumentó la profesora. La clave se encuentra, destacó, en el avituallamiento de buques: si con motivo del aislamiento sale más caro avituallar buques en Gibraltar con respecto a Ceuta, ahí existe una posibilidad de que la ciudad autónoma se beneficie del Brexit. Entre otras razones, en este punto estriba el rechazo que ha provocado en Gibraltar la idea de la salida del Reino Unido.
Otra posibilidad –coincidente con el Brexit ‘blando’– depende del tratamiento particularizado que se otorgue a la colonia, pues en las negociaciones para la salida puede que al final los ingleses triunfen en el diseño de un tratamiento específico para Gibraltar. “Si se le dota de un régimen especial, al estilo del de Ceuta, que le permita mantener un marco de relaciones especiales y ventajosas con respecto a España y el resto de la Unión, entonces ahí el Brexit no afectará a la ciudad autónoma ni para bien ni para mal”, expuso la docente. Un planteamiento nada descabellado, en su opinión, pues al tratarse de un territorio marcado por circunstancias tan especiales, es muy posible que en las negociaciones se le dote de un esquema especial y ventajoso. Precisamente, aquello que buscan los gibraltareños.
En todo caso, las conversaciones entre Reino Unido y la UE llevarán su tiempo y hasta que no transcurran, se asienten y dejen sentir sus efectos, los europeos no palparán los efectos reales del Brexit, concluyó Aznar Unzurrunzaga.
Una oportunidad en territorios con incentivos fiscales, según KPMG
El socio principal y responsable del sector financiero de KPMG Abogados, Francisco Uría, considera que el abandono de la Unión Europea (UE) por el Reino Unido supone para Canarias una oportunidad de atraer actividad económica radicada en Gibraltar gracias a los incentivos fiscales del Archipiélago, como publicó el diario La Provincia tras cubrir la conferencia organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). Uría calificó el Brexit como "una mala noticia, sin duda, pero como pasa siempre, en todo riesgo hay una oportunidad", en referencia a la posibilidad española de captar inversiones británicas. KPMG precisó que esta intervención estuvo enmarcada en la charla ‘Claves del sector financiero para 2017’, sin que profundizase más allá de que la actividad económica radicada en Gibraltar tendrá que buscar otro acomodo. Aparte de Canarias, Ceuta y Melilla cuentan con un régimen fiscal especial, de modo que ambas ciudades autónomas también podrían resultar atractivas como nueva localización de empresas de producirse el Brexit ‘duro’.