El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ceuta ha escuchado este viernes la declaración en calidad de investigado de un joven al que varias denuncias han vinculado con los hechos que concluyeron con la muerte de un chico de 16 años, Ibrahim Buselham, el pasado Viernes Santo tras recibir un tiro en la cabeza cuando salía del Príncipe en una motocicleta junto al amigo que la pilotaba.
Su paso por sede judicial ni siquiera se tramitó, según las fuentes consultadas, por la vía del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, prevista para supuestos en los que se puede interesar que se decrete prisión provisional sobre un imputado, y la Fiscalía tampoco requirió la imposición de ninguna medida sobre el citado.
El investigado, al que varias denuncias han señalado como supuesto conductor de un coche que habría salido detrás de la moto en la que circulaba el niño fallecido, negó rotundamente cualquier vinculación con los hechos, así como que se encontrara en el entorno del puente del Quemadero cuando se produjo el disparo con resultado mortal. Tal y como expuso ante el juez y los representantes del Ministerio Público, se cree víctima de una trama orquestada por otros presuntamente involucrados en los mismos hechos a los que ha identificado con nombres y apodos para orientar las investigaciones por una vía que “nada” tiene que ver con la realidad de lo sucedido.
La Policía Nacional declaró la resolución del crimen de Ibrahim Buselham con la identificación y detención de sus responsables como “prioridad absoluta”.
La espiral de violencia entre dos bandas lideradas según la Policía por los llamados ‘Piolín’ y ‘Tayena’ que ha seguido al suceso ha dado pie a la denominada ‘Operación Plomo’, con decenas de arrestos, intervenciones de armas, controles y actuaciones a diario en el Príncipe y Los Rosales, sobre todo.