Hasta la fecha seis han sido los perros que han muerto como consecuencia de la parvovirosis y que han sido contabilizados por la Protectora de Animales y Plantas de Ceuta, un número que aunque no pareciera elevado, sí resulta preocupante si se compara con el único caso que Victoria Santana Ortega, presidenta de la asociación, recuerda el año pasado con un mejor resultado, pues el animal logró sobrevivir a la enfermedad viral.
“El año pasado, en verano, tuvimos un solo caso y sobrevivió”, recalca la presidenta de la Protectora de Animales.
Como parte del balance, Santana Ortega también señala que “desde mediados de junio, de casi todos los animales que hemos recogido con parvovirosis, se han salvado tres y hay dos que están en recuperación”, indicando que el fallecimiento más reciente fue apenas el pasado viernes.
“Es una lástima verlos morir de esta manera y estamos con unas facturas que no podemos afrontar porque la enfermedad requiere de hospitalización, no es solo un tratamiento, sino que aparte de la medicación intravenosa, y fluidoterapia, necesitan de una serie de cuidados y hospitalización”. Explica que el animal si corre con la suerte de poder recuperarse porque la enfermedad no “lo atacó tan fuerte”, puede salir adelante en unos siete u ocho días, a los que les sigue una alimentación especial, muy específica, una vez que sale de peligro, algo que se traduce también en altos costos.
La situación más grave que han afrontado en los últimos años
De manera que a lo doloroso que resulta el perder un animal en estas condiciones, en la Protectora de Animales se suma la dificultad de no poder afrontar las facturas veterinarias que generan el tratamiento de esta enfermedad. “Esto lo debería de costear la ciudad porque son animales que están bajo su tutela aunque seamos nosotros los que los hayamos acogido”.
Santana Ortega destaca que se trata de la situación más grave que han afrontado en los últimos años con la parvovirosis, agregando que el número de fallecimientos no había tal por los menos en los últimos tres años o quizás más. Si bien explica que la enfermedad suele ser más frecuente durante los meses cálidos y el verano, en realidad puede aparecer en cualquier momento y en esta ocasión en particular se han conjugado varios factores como las altas temperaturas, el abandono y los perros que están apareciendo sin vacunar.
“La verdad no sé qué está pasando, no sé si hay un brote, suponemos que lo hay y se van contagiando todos estos animales”. Señala que los que se encuentran acogidos en la Protectora es muy difícil que se puedan contagiar “porque están vacunados”, aunque sí existe un pequeño porcentaje de riesgo, aunque con un buen pronóstico.
“Pero claro, con este volumen de abandonos y de aparición de animales vagabundos que de los que la Ciudad no se está haciendo cargo cuando debería” el riesgo es mayor. Sobre el aumento de fallecimientos, Santana Ortega señala que sebe en primer lugar a que los afectados no estaban vacunados y, en segundo lugar, “porque la mayoría de los animales que lo han contraído eran cachorros, eran animales de muy corta edad y normalmente para ellos la enfermedad es mortal”.