El coordinador general del PP, Elías Bendodo (Málaga, 1974), ha pasado este fin de semana en Ceuta con su hijo por razones personales, pues tiene familia aquí, y políticas, ámbito al que lleva ligado toda la vida, primero en Andalucía y ahora en Madrid.
–¿Qué aportan usted y Juan Bravo, los ‘fichajes’ andaluces de Feijóo, a la nueva dirección nacional del PP?
– La experiencia del Gobierno del cambio en Andalucía, que ha sido un caso de éxito. En Andalucía se ha conseguido lo que parecía imposible, que un Gobierno del Partido Popular no sólo asiente un proyecto político con firmeza, sino que lo haga además con mayoría absoluta. Y eso lo hemos conseguido con un proyecto moderado, serio y de gestión, que es lo que encarna a la perfección Juanma Moreno. He puesto un pequeño grano de arena en todo esto: Juan Bravo ha sido muy importante elaborando tres presupuestos que han permitido que Andalucía pase del furgón de cola a liderar parámetros que nunca habíamos visto antes: en creación de empleo, exportaciones o autónomos.
–¿Cuáles cree que son las mayores virtudes exportables a todo el país del modelo del presidente andaluz?
–La gestión, huir de las estridencias, la moderación, cumplir la palabra dada y aplicar el sentido común. En el Gobierno del cambio sabíamos que sólo podíamos aprobar con un nueve o con un diez y eso significó un esfuerzo hercúleo. Ahora hay un gobierno sólido del PP con mayoría absoluta. Las mayorías absolutas son útiles cuando no hay que utilizarlas.
–¿En qué se diferencia el PP de Alberto Núñez Feijóo del de Casado o del de Rajoy?
– Cada dirigente imprime su estilo y su sello. Yo le puedo hablar del estilo de Feijóo, que es con quien tengo la oportunidad y la suerte de trabajar en la dirección nacional del partido. Y Feijóo es solidez, experiencia y generosidad con todos los dirigentes territoriales. Feijóo tiene un liderazgo natural porque le avalan una trayectoria y cuatro mayorías absolutas. No hace falta que levante la voz ni que dé un puñetazo en la mesa. Todo el mundo sabe quién manda sin que nadie tenga que decir quién manda. Cuando eso ocurre, es que tienes delante un líder. Y Feijóo lo es de forma indiscutible.
"Con Feijóo todo el mundo sabe quién manda en el PP sin que nadie tenga que decir quién manda"
–Uno de los reproches que se hizo a la dirección anterior fue su excesivo intervencionismo en los partidos a escala regional. ¿Cuál es el margen de libertad que tiene un PP autonómico ahora?
– Creo que le he contestado con mi respuesta anterior: todo el mundo sabe quién manda sin que nadie tenga que decir quién manda. Feijóo es uno de los líderes políticos más sólidos que yo he conocido. Y esa solidez y confianza le llevan a trasladar mucha confianza en los territorios, donde el Partido Popular tiene líderes con mucha experiencia de gestión.
–¿Hasta qué punto se puede pactar o repudiar a Vox, como sucede en Castilla y León y Ceuta, por ejemplo? ¿Hasta cuál que una presidenta como Ayuso anuncie abiertamente que desobedecerá al Gobierno central?
– El Partido Popular tiene su camino y nada nos debe distraer de nuestro camino. Uno de los éxitos del Gobierno del cambio en Andalucía ha sido no dejarse influir por los partidos que tenemos a la derecha y a la izquierda. Por tanto, rumbo fijo e ideas claras.
– El PP de Ceuta es uno de los pocos que todavía no ha celebrado congreso regional pese a tener las próximas elecciones autonómicas a la vuelta de apenas 9 meses. En mayo Feijóo instó al partido de la ciudad a gobernar y no embarcarse en conflictos internos, apostando por la continuidad. ¿Cree que Vivas debería volver a encabezar la lista local?
– Juan Jesús Vivas ha demostrado su capacidad a lo largo de más de veinte años de gestión al frente de la ciudad autónoma. Y después de todos esos años sigue teniendo el cariño y la admiración de la gente. Cuando un líder político lo hace bien y tiene el cariño de la gente, tiene el mayor de los patrimonios. Vivas ha sido el artífice de que Ceuta experimente su gran transformación y desarrollo. Su extraordinaria labor está a salvo de cualquier interpretación.
– Tras probar a gobernar un año en minoría con Vox, el PP de Ceuta se apoya actualmente en el PSOE. ¿Cómo se entiende esto en Génova? ¿Es una singularidad justificable en la singularidad local exclusivamente? Si le pareciese un modelo de acuerdo entre partidos mayoritarios por responsabilidad, para evitar extremismos, ¿por qué no se ha podido llevar a otras autonomías?
– Me parece bien que el PSOE en Ceuta anteponga los intereses de los ceutíes. Es lo que debe hacer un partido responsable. El problema es que es el PSOE a nivel nacional el que se ha lanzado a la radicalidad. Es el PSOE el que se ha echado en los brazos de los independentistas y los herederos de ETA. Pedro Sánchez ha elegido cuáles son sus socios preferentes. Lo estamos viendo con la negociación del anteproyecto de ley de secretos oficiales, con la convalidación del decreto ley de medidas anticrisis o con la ley de memoria democrática: la ley Bildu. En este sentido, es una provocación que Bildu dicte la memoria la memoria de las víctimas de ETA. Sánchez, en definitiva, se apoya en cuestiones de Estado con los partidos que quieren destruir el Estado. Es un sinsentido.
– Vivas ha sido duramente criticado por los de Abascal por su reconocimiento a la gestión del Gobierno de Sánchez de la crisis de mayo de 2021 con Marruecos. ¿Recuerda cómo vivió aquellos dos días críticos desde la Junta? ¿Qué le parece cómo se ha llevado la ‘reconciliación’ con el país vecino? ¿Cuál cree que debe ser la relación de España con Rabat?
– Lo vivimos con preocupación por la situación tan complicada que se estaba viviendo en nuestra ciudad hermana que es Ceuta. Andalucía, junto a las ciudades autónomas, es la comunidad española a la que afecta de forma más directa el drama de la inmigración. El presidente de Ceuta hizo lo que tenía que hacer: estar al lado de su gente, que lo estaba pasando mal, y reforzar la colaboración entre todas las administraciones para solucionar el problema cuanto antes. Obviamente, es muy importante tener una buena relación con Marruecos. Todos los presidentes del Gobierno se han afanado en cuidar esta relación prioritaria. Pero lo que ha pasado en esta legislatura sí que ha sido una excepción. Pedro Sánchez ha sido el único presidente capaz de enemistarse con Marruecos y con Argelia. El Gobierno de España debe reforzar la diplomacia y cuidar las relaciones internacionales. Porque el error en las relaciones internacionales lo acaban pagando los ciudadanos.
– Esta misma semana auguraba usted una crisis económica “brutal” a la vuelta de la esquina. ¿Cómo repartiría la responsabilidad de esa deriva entre circunstancias ineludibles y la gestión del Ejecutivo de Sánchez? ¿Aún puede evitarse o paliarse?
– No lo digo yo, lo dice la vicepresidenta Nadia Calviño, quien ya nos avisa para que nos preparemos para lo peor. Hemos asistido al peor julio en términos de empleo de los últimos veinte años. Fíjese que en este mes ha subido el paro en más de 3.000 personas, cuando hace un año bajó en casi 200.000. Ojalá y la situación fuera otra. Pero lo peor es cuando un gobernante no quiere ver la situación. No olvidemos que toda realidad ignorada se acaba rebelando. Y eso es lo que al final le va a ocurrir al gobierno de Pedro Sánchez. Así empezó todo en la anterior crisis, con un comportamiento anómalo del empleo en el verano del año 2007. Sánchez está haciendo lo mismo que Zapatero: negar la crisis. Por tanto, si no hay cambio, acabaremos como con Zapatero. Desgraciadamente, el término recesión es un fantasma cada vez más real. Y lo que no es de recibo es que en plena crisis y con aviso de recesión, Sánchez se dedique a engordar la administración con recolocaciones en hipódromos y creando una Oficina de Planificación Política más propia de un partido que de un gobierno. La tricefalia entre socialistas, podemitas y yolandistas es incapaz de hacer frente a la crisis.
"Si no hay cambio acabaremos como con Zapatero: el término recesión es un fantasma cada vez más real"
– ¿Qué haría el PP para contener la inflación? Si su receta es bajar impuestos, ¿de dónde detraerían gastos para compensar la caída de ingresos?
– El planteamiento es otro: en Andalucía hemos demostrado que bajando impuestos se puede recaudar más. Tras tres bajadas de impuestos, en Andalucía recaudamos 850 millones de euros más por IRPF entre 2019 y 2020 y ganamos 280.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social. El Gobierno tiene que deflactar de una vez por todas el IRPF. ¿Y qué es esto de deflactar? Pues que el trabajador no suba de tramo y por tanto no pague más por las mejoras salariales que pueda tener debido a la subida de los precios. Es decir, que no te quiten por un lado lo que te dan por otro. Andalucía va a deflactar el IRPF, el País Vasco, apoyado por el PSOE, va a deflactar el IRPF, y lo llamativo es que el Gobierno sí ve bien que se deflacte el IRPF en el País Vasco, pero no lo contempla para el resto de España. Esto es fruto de la soberbia socialista, que es el mayor de los pecados de Pedro Sánchez y lo que acabará desalojándolo de la Moncloa.
– ¿Cree, intuye o teme que hay quienes están haciendo su agosto con la ola de subidas de precios, que está yendo más allá de los productos directamente afectados por la invasión rusa de Ucrania o el encarecimiento de la energía y los combustibles?
–Siempre hay quien pueda aprovechar una coyuntura concreta, pero lo verdaderamente preocupante son las miles de familias que lo están pasando tan mal, tantas miles de familias que están contra las cuerdas y que empiezan a sacar productos básicos de la cesta de la compra porque no pueden pagarlos. Mientras eso pasa, Sánchez está en el márketing y en la política de regate corto. Es una provocación.
Por que no se le pregunta a Sánchez o alguien del psoe que le parece que se hayan juntado con él pp en Ceuta? A ver qué responde
Que alabas que...? Venga ya. Esa gente solo va por su interés. Prometer hasta meter....
A Vivas todavía lo quiere la gente, dice. Ha pasado de 21 escaños a 9, pero sigue en tu mundo.