La acumulación de porteadores en el lado marroquí ha ocasionado, una vez más, taponamientos y altercados que han motivado la movilización de unidades de la UPR y de la Guardia Civil.
La complicación en la salida de vehículos hacia Marruecos ha provocado que la Guardia Civil diera orden de cerrar intermitentemente la frontera, con lo que cualquier acceso al vecino país es imposible salvo salidas esporádicas y controladas. La entrada a Ceuta está igual. Solo acceden algunos coches tras cuantiosos registros. Varios turistas han tenido que acceder a la ciudad andando, en un ambiente que a buen seguro no van a olvidar. Y no precisamente por algo bueno.
Y esto ha provocado que las comunicaciones en todo el entorno fronterizo sean ya imposibles. Hay vehículos patera ya bloqueando algunos puntos y hasta el servicio público tiene dificultades para hacer su trabajo. La situación es caótica, aunque desde la Delegación se siga negando.