La Policía Nacional llevó a cabo una intervención ayer en la barriada del Príncipe marcada, de nuevo, por registros. No será la única. Habrá más, porque ya lo dejó claro el jefe superior del Cuerpo, Javier Daniel Nogueroles: no se puede permitir que ninguna barriada esté castigada por la inseguridad o que sufra incidentes alejándose de la normalidad que se estila en otros puntos de Ceuta. La quiebra de la estabilidad en este barrio, habitado por muchas familias de trabajadores que nada tienen que ver con los delincuentes, no se puede permitir. Objetivo prioritario de la Policía es evitarlo y si para ello se tienen que hacer batidas constantes, así se hará con tal de eliminar las amenazas y extorsiones que se están registrando a diario, cogiendo fuerza por la posesión de armamento oculto en manos de los grupos que están detrás del negocio del tráfico de drogas. La Policía no va a dar ni un paso atrás. Muy al contrario. Va a permanecer con controles, con operaciones, con registros, con la labor permanente y constante de los grupos de Información y los investigadores de UDyCO... hasta que se reconduzca la tranquilidad y se dé con quienes se ocultan tras la delincuencia, la extorsión, la instauración del miedo en un vecindario al que se le obliga a callar. El Príncipe no puede vivir en un infierno constante. No se va a permitir.