-
María, Rocío, Cristóbal y Jesús son los autores del ‘T4 Adrizado’, el proyecto que dará la nueva imagen al último almacén en pie en el Muelle España
Los hermanos Cristóbal y Rocío Campoy Pérez, María Sánchez Bonilla y Jesús Pérez Rivera son los autores del proyecto ‘T4 Adrizado’ que ha resultado ser elegido por el jurado, nombrado por la Autoridad Portuaria de Ceuta, en el concurso convocado para la rehabilitación del último almacén que queda en pie en el Muelle España. Es el último paso para completar la profunda transformación que ha sufrido el muelle en los últimos años, puerta de entrada para ceutíes y foráneos a nuestra ciudad.
En el despacho que tienen en el emblemático Edificio Trujillo, los ganadores del concurso reciben a El Faro y comentan sus primeras impresiones sobre este concurso y cómo desarrollaron la idea para traer al siglo XXI a un almacén histórico y de suma importancia en el conjunto del Muelle España.
Confían en poder firmar el contrato con el ente portuario la próxima semana para empezar su redacción, en un plazo de seis meses, que será la base para la ejecución de las obras. El despacho que llevan adelante en Ceuta apenas tiene un año y medio de vida y ya ha conseguido el primero de los muchos proyectos, retos y logros que les queda por conseguir a este joven y ambicioso equipo.
–¿Cómo se sienten al ganar el concurso para la rehabilitación del Tinglado 4 del Muelle España?
–Jesús Pérez Rivera: Estamos muy contentos. Primero porque es un edificio público y es un sitio muy importante para los ceutíes porque es como la puerta de bienvenida a Ceuta. Es lo primero que se ve cuando llega el barco y tiene una presencia visual muy importante en la bahía norte.
–¿Cómo se plantearon la idea de rehabilitar este edificio y traerlo al siglo XXI?
–Rocío Campoy Pérez: Más o menos teníamos la misma idea de cómo tenía que ir al principio. Luego tuvimos un periodo de matización y luego ir encajando. Pero la idea principal la tuvimos todos clara desde el principio.
–¿Qué dificultades se encontraron?
–María Sánchez Bonilla: Yo creo que dificultad ninguna. Yo creo que lo cogimos con tantas ganas y lo teníamos tan acotadito en la superficie y en el lugar que está que no encontramos ninguna dificultad a la hora de diseñarlo.
–JPR: El diseño nuevo, es decir, la parte que nosotros proponemos con la preexistencia de una estructura que había que reforzar...
–MSB: Lo concebimos en su conjunto e intentando seguir el programa que ellos te proponen. Es la conjunción de todo eso.
–Cristóbal Campoy Pérez: También estudiamos cómo se organiza un tinglado, su estructura, su distribución interior y tocar lo menos posible porque se hace con un presupuesto cerrado. La idea tiene que ser real y factible y que no se va fuera del presupuesto.
–Y cuidando la estética en el conjunto en el que está ubicado el tinglado, que era uno de los requisitos.
–RCP: La aparencia general era también otra cosa que se pedía, que encajara en el entorno, que no fuera como un OVNI que se planta ahí. Intentamos dialogar con las preexistencias, además de dialogar con el edificio en sí.
–¿Y cómo encajaron la idea que tenían con el edificio existente?
–CCP: En Arquitectura hay dos cosas importantes, que el edificio funcione bien y sea bonito. Encontrar ese equilibrio es la perfección del edificio. Hemos intentado balancearlo entre los puntos, que sea funcional y la estética.
–¿Cuál es la idea conductora de vuestro proyecto?
–RCP:Todos los factores los hemos llevado para adelante que es como se hacen estas cosas. Dado que era una nave en un muelle en un puerto, nos lo hemos imaginado como un barco que estaba allí. Como en todos los barcos, la parte baja es opaca donde se alberga el Museo del Mar y el archivo de la Autoridad Portuaria, las intrigas, la maquinaria y a medida que se va subiendo, se van abriendo ventanas y vistas a Ceuta, al mar, a Gibraltar y situándote dónde estás. Porque un Museo del Mar puede estar en cualquier sitio. Nosotros nos queremos asegurar que quien entre y salga de ese edificio conecte con Ceuta, que para eso está aquí. Porque, si no, podíamos coger este proyecto, fotocopiarlo y mandarlo a Cartagena u otro lugar. Pero estamos en Ceuta.
–JPR: De hecho, cada fachada tiene su nombre. Poniente y Levante y cada una es distinta porque obedece al entorno donde está. Por eso, una parte importante visual que hemos tratado es entre la luz cenital del norte que es la luz perfecta para un museo y hace un interior muy luminoso.
–Además de convencer al jurado, también fue el proyecto mejor puntuado por los ciudadanos que así lo votaron en la encuesta popular.
–CCP: Ha ratificado la valoración del jurado, por decirlo así. Sí, ha sido una victoria rotunda, está mal que yo lo diga, pero ha sido así.
–JPR: Yo creo que se ha entendido la idea que queríamos transmitir.
–RCP: ¿Cómo vamos a estar? Si es que el edificio era un caramelo y lo hemos ganado de todas las maneras posibles pues imagínese como estamos. Ahora lo que queremos es que se haga, que quede bonito y que quede bien.