No podemos perder este tren”. Lo dijo ayer la consejera de Hacienda del Ejecutivo local, Kissy Chandiramani, durante la charla que sobre los retos y el futuro económico de Ceuta ofreció en la sede del PP, donde los de Vivas tuvieron el acierto de reunir a representantes de los agentes sociales con independencia de su afinidad ideológica de partida para hablar del uso que se va a dar a los fondos europeos que llegarán a la ciudad durante los próximos años y de su apuesta por el sector tecnológico y verde como motor de otro modelo de ciudad.
Según detalló, con los más de 700 millones recibidos desde 1985 se han financiado actuaciones tan relevantes como el Hospital Universitario o el Parque Marítimo, así como la rehabilitación de las Murallas Reales, la peatonalización del centro, las infraestructuras del ciclo integral del agua...
Los 300 millones que, se calcula, llegarán de la UE a corto y medio plazo deben servir para cambiar el modelo económico de Ceuta y para asentarlo sobre unos pilares más sostenibles y prósperos justo en el momento en el que se abre paso un nuevo paradigma de frontera que también tiene que servir como palanca para construir otra ciudad más estable y segura en una encrucijada decisiva.
Se debe hacer, además, sin excluir ni dejar a nadie atrás, apostando por la formación y con una gestión eficaz y eficiente.