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La congregación ha aceptado la decisión del jurado, adoptada por unanimidad tras una deliberación de dos horas en el Ayuntamiento
El jurado del Premio Convivencia otorgó esta distinción a los Franciscanos Custodios de Tierra Santa tras la deliberación realizada en el Palacio de la Asamblea. El subdirector general de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia y presidente del jurado, Jaime Rossell, fue el encargado de dar lectura al acta que puso en relieve la labor social y en favor de la paz entre las distintas comunidades. Tras adoptar la decisión por unanimidad, el jurado la comunicó a la orden religiosa, que ha aceptado la distinción, así como a quien propuso su candidatura, el embajador de España en Israel, Fernando Carderera.
El galardón, que será el décimo sexto que se concede, premia a la congregación por la promoción de la tolerancia, la conciliación y el diálogo entre las distintas culturas “favoreciendo la paz y el enriquecimiento cultural mutuo y siendo un puente de unión y conexión entre religiones”, destacó Rossell.
“El impulso de la concordia y del abrazo fraterno entre las comunidades que allí viven es una llamada, desde hace siglos, a la armonía y la unidad entre las diferentes comunidades”, recalcó y añadió que “al igual que durante siglos lo ha sido y lo sigue siendo la ciudad de Ceuta, los Franciscanos son un ejemplo de integración y convivencia en una comunidad multirreligiosa donde más allá de la fe de cada uno el primer objetivo es la paz y para que eso sea posible es fundamental seguir promoviendo la ayuda mutua entre todos los ciudadanos”.
La Fundación Premio Convivencia volverá a contactar con la congregación religiosa a fin de determinar una fecha para la entrega del premio, según informaron ayer. Además de Rossell, el jurado estuvo formado por la directora de la Fundación Pluralismo y Convivencia, Rocío López, el presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Riay Tatary y la directora del Instituto Holocausto del Centro Sefarad Israel, Yashica San Román. Además, forman parte Juan José Mateos, vicario general de Ceuta, y Jorge Campos en calidad de representantes del Comité Consultivo de la Fundación; la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales, Mabel Deu, como presidenta de la Fundación Premio Convivencia, y María Rodríguez, como secretaria.
La orden religiosa, según recogía la propuesta de la candidatura, destaca su labor de promoción de la tolerancia, la conciliación y el dialogo entre las diversas culturas y religiones, favoreciendo la paz y el enriquecimiento cultural mutuo, siendo la Custodia de Tierra Santa un puente de unión y conexión entre religiones. Impulsan la concordia y el abrazo fraterno entre palestinos e israelíes, y apelan, desde hace milenios, a la armonía y unidad entre diferentes comunidades. Su trascendencia internacional viene determinada por la contribución y el fomento de la paz, la solidaridad, la conciliación, así como la protección del patrimonio de los lugares bíblicos.
Los peregrinos que viajan a Tierra Santa ven a los franciscanos casi exclusivamente en los santuarios. Pero, en realidad, muchos de ellos están ocupados en numerosas actividades pastorales, sociales y asistenciales. De hecho, la Custodia considera que no se puede construir y conservar un edificio si, al mismo tiempo, no se cuidan las actividades colaterales de carácter humanitario.
Ocho siglos en Oriente Medio
Los Franciscanos se han mantenido en la zona desde el siglo XIII hasta la actualidad. Han permanecido superando guerras, sufriendo persecuciones, solventando divergencias culturales, para ayudar a los más necesitados sin distinción de ideologías o religión. Su presencia ha sabido anteponer la concordia a la discordia, así como crear puentes de encuentro y dialogo entre diferentes culturas y credos, actuando como portavoces de reconciliación y de paz en zonas de permanente conflicto. Según figura en la propuesta presentada al Premio Convivencia, solo en Jerusalén, a beneficio de la población de religión cristiana, los Franciscanos alojan a 440 familias en sus respectivas viviendas. También se hallan en construcción más de 46 apartamentos. Este compromiso con la sociedad se complementa con otras obras sociales en Betania, Betfage, Belén y Hebrón, entre otros lugares, donde se han establecido 16 escuelas para más de 10.000 alumnos y se han creado 800 puestos de trabajo.