El pasado 20 de abril, la Delegación del Gobierno de Ceuta acogía la reunión que parecía ser definitiva para la apertura de la frontera del Tarajal. El Ministerio de Interior había dado instrucciones para tener todo listo y las fechas puestas encima de la mesa eran las del 2 y 3 de mayo. Aquel miércoles, la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, abordaba este asunto junto a altos mandos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Guardia Civil poco antes de comparecer ante los medios de comunicación para ‘calmar las aguas’ ante la espiral de violencia desatada por el crimen de Ibrahim.
Las fechas acordadas desde siempre con motivo de la finalización del mes sagrado sufrieron una pequeña variación: el paso se abriría el día 6 -es decir, tal día como hoy- y así se volvió a comunicar a las fuerzas de seguridad, cautelosas porque el desarrollo de las obras no era el esperado para garantizar un control informatizado y de seguridad sobre las entradas de los marroquíes.
La publicación en el BOE de la prórroga del cierre fronterizo hasta el día 15, la extensión por un mes de la emergencia sanitaria en Marruecos y el ruido mediático que da por hecho un enfriamiento de las relaciones al que se añaden ahora las tesis de espionaje orientadas a un origen marroquí no hacen sino enrarecer el preámbulo de una apertura necesaria para la normalización entre dos países y que, de hecho, viene incluida en esa particular hoja de ruta que comenzó con la recuperación del tráfico marítimo primero de personas y, después, ya con vehículos.
Esta pasada noche se tuvieron que activar refuerzos policiales en la frontera ante el temor de que en Marruecos se intentara una entrada de personas al haberse difundido que el paso abriría ya. El ‘baile’ de movimientos no hace sino engordar ese tipo de creencias.
Los problemas se solucionan con el tiempo y práctica .la acumulación de incertidumbres y retrasos de llevar la teoría a la práctica generan un impacto sobre el motor de la economía de un país.
Claro,los funcionarios no viven del comercio y no tienen interés en q se abra la frontera,así q si nos fastidian cn sus chulerias,no pasa nada,a ellos no les afecta,solo afecta a la población ceutí q vivimos del comercio y pagamos más impuestos q estos listos…
Las panaderías, supermercados, pequeñas tiendas de comestibles, peluquerías, gasolineras, lavaderos de coches y un sinfín de negocios de esta ciudad notarán de forma negativa la apertura de la frontera. La empresa de autobuses y alguna que otra joyería y tienda de ropa, serán las únicas beneficiadas. La balanza se inclina claramente a la no apertura de la frontera.
No he visto tal falta de profesionalidad , ineptitud y desfachatez en mi vida y no son pocos los años que tengo... Aquí asistimos desde un tiempo a esta parte a que da igual que el personal haga mal su trabajo, no pasa nada , aquí no dimite nadie y nadie da explicaciones. Aquí todos nosotros debemos responder de nuestro trabajo y si lo hacemos mal peligra el mismo, pero parece ser que con el trabajo más importante que es administrar las decisiones que afectan nuestras no se sigue el mismo criterio. Partiendo de la base y con motivos suficientes de que no quiero compartir una frontera con un país el cual no actúa como buen vecino, entiendo que existen vecinos de Ceuta los cuales tienen familia y propiedades en ese país y por lo cual la administración debe otorgarle un mínimo de seguridad a estas personas. Pero vuelvo a repetir vaya falta de dejadez de funciones y que poca previsión.