El director general de la Marina Mercante, Benito Núñez, ha entregado este viernes en la Delegación del Gobierno a Petri Coleto, la viuda del que fuera capitán marítimo de Ceuta, Jesús Fernández Lera, la Cruz de oficial de la Orden del Mérito Civil con la que ha sido distinguido a título póstumo. Ha sido en un acto muy emotivo que ha contado con la presencia de un gran número de familiares, amigos y compañeros del fallecido hace ahora algo más de un año.
La hija del ex capitán marítimo, Paloma Fernández, ha agradecido el reconocimiento concedido a su padre, a quien ha recordado con admiración y cariño. “Era un tío estupendo: íntegro, humilde, conciliador, trabajador y muy comprometido... Estaría muy orgulloso”, ha señalado la empresaria, que ha reconocido echar de menos sus llamadas diarias y “poder preguntarle porque era muy cabal y consecuente”. “Era nuestra brújula y nuestro faro, quien dirigía nuestro barco”, ha resumido.
El director general de la Marina Mercante también ha considerado el homenaje un ejemplo del afecto que guarda la ciudad a Fernández Lera, que estuvo al frente de la Capitanía Marítima desde 2002 hasta su fallecimiento. Núñez ha dicho que “esta distinción viene a reconocer el trabajo de Jesús, pero este acto pone de manifiesto el aprecio y la memoria que conservamos de él en esta ciudad también en su familia profesional”.
La delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, ha cerrado el acto con unas sentidas palabras en recuerdo del homenajeado, una persona que según ha recalcado “se granjeó nuestro respeto personal y profesional”. “Quererlo fue muy fácil por su familiaridad, espontaneidad y amena conversación... Olvidarlo será imposible para cuantos le conocimos y le echamos mucho de menos por su talante y ganas de vivir”, ha enfatizado la titular de la institución de la Plaza de los Reyes.
La concesión de la condecoración ha sido fruto de una propuesta del Ministerio de Transportes “en reconocimiento por la labor realizada por Fernández Lera a lo largo de su actividad en la Administración, su dedicación y buen hacer”.
El excapitán falleció en diciembre de 2020 a los 67 años tras una enfermedad que le obligó a permanecer de baja médica durante varios meses. En ese momento, se encontraba en plena actividad laboral, ejerciendo sus funciones como funcionario del Cuerpo Especial Facultativo de la Marina Civil.
Había ingresado en la Administración como personal laboral en 1985, en el Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, ocupando un puesto en la Torre de control de Tráfico marítimo de Tarifa. Después, en 1992, fue nombrado funcionario de la Escala de Técnicos Facultativos Superiores de Organismos Autónomos del Ministerio de Fomento y destinado como inspector radio-marítimo y jefe del Servicio de Gestión y Organización en la Capitanía Marítima de Santa Cruz de Tenerife. En 2003, ya siendo capitán marítimo en la ciudad autónoma, ingresó en el Cuerpo Especial Facultativo de Marina Civil.