Casi 20 años son los que lleva Víctor Pérez como costalero en la Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Caído y Virgen Santísima de la Amargura de San Juan de Dios. Él se adentró en este mundo a la edad de los 29 años. No era un niño cuando dio el paso para ponerse debajo de las trabajaderas. Pero esto no tiene nada que ver con toda la experiencia que ya lleva encima de sus hombres. El de este 2022 será especial, como el primero, diferente y único. Tras dos años de pandemia, todo vuelve a empezar y sus sueños se cumplirán llevando a Nuestro Padre Jesús Caído.
El ser costalero es una manera de vivir. Ya de pequeño formaba parte de los cortejos, además de ir de penitente. En todo esto hubo un parón porque tuvo que marcharse a la Península por motivos de trabajo. Pero el destino muchas veces depara sorpresas con buen sabor de boca. “En mi trabajo en la Península coincidí con el montador y el que era secretario de la Hermandad”, recuerda Víctor Pérez. Añade que “les comenté de mi interés por ser costalero”. Sus palabras se hicieron realidad. Incluso, cabe destacar que en su momento se cambiaron las trabajaderas para que él se pudiese adaptar a las circunstancias. Y es que su valía y capacidad como costalero merecían la pena.
“Entré con fuerzas, maduro, pero aunque tuviera 29 años, también pagué la inexperiencia”, rememora Pérez. Recuerda con gusto, pero además destaca que fue “duro hasta que obtuvo la experiencia”. Eso sí, sin perder de vista a los titulares de la Amargura, los cuales son su devoción.
Este 2022, las dos imágenes saldrán en parihuela. La sombra de la pandemia aún sobrevuela y así se ha querido que se haga esta vez. Sobre este tema, Víctor Pérez comenta que “lo que decida la Junta de Gobierno lo respeto. Al final lo importante es acompañar al Nuestro Padre Jesús Caído y a la Virgen Santísima de la Amargura”. Una opinión acertada, acorde a los tiempos que corren.
La Hermandad fue cómplice para que Pérez conociera a Belén Castilla, la cual es su mujer a día de hoy. Por aquel entonces era la secretaria, lo conoció y a partir de ahí todo cambió en sus vidas. Esta familia cuenta con dos hijas, ambas amarguristas de nacimiento. Igualmente, él comenta como anécdota que “mi cuñado fue patero derecho en la Virgen y en mi caso en el Cristo”. Una misma posición, pero en distinto paso.
Hoy Víctor y su familia disfrutarán, se emocionarán de lo lindo al igual que ocurrirá con todos los que acompañarán a esta Hermandad.