No hay peor cosa que ignorante, así como aquel que quiere a toda costa ser protagonista o testigo de un hecho en el que no participó y que a lo más que llegó es cuando terminó el combate o que se lo contaron. Desgraciadamente, sobre el combate de “Edchera” de la XIII Bandera hay algún que otro ignorante.
El comportamiento heroico y ejemplar del Capitán Agustín Jauregui Abellas a día de hoy solo cuenta como un muerto más en la lista de Bajas.
112 BAJAS ENTRE MUERTOS Y HERIDOS
Mi buen amigo y compañero, el antiguo Sargento Legionario Jaime Tur Jeremías, uno de los fundadores de aquella XIII Bandera de la Legión es quien, con todo el derecho puede hablar alto y claro sobre el fatídico combate de “Edchera”. No como otros charlatanes de feria que, estando alejados de la línea de fuego, así como otros que llegaron cuando ya solo había muertos y heridos a balazos, ahora hablan de los hechos como si su palabra fuera la única que valiese. Lo que, con lenguaje castellano no es más que pura palabrería.
El entonces Cabo 1º Legionario (hoy sargento) Jaime Tur Jeremías, el 13 de enero de 1958 estaba al mando de un pelotón de morteros de 81 mm y fue quien vivió en directo y desde el inicio el combate. Hasta el día siguiente, tuvo la penosa tarea de recoger los más de 40 cadáveres, algunos cosidos a cuchilladas y otros totalmente desfigurados, probablemente tras una larga agonía desangrándose.
Aquel combate, según el Sargento Tur Jeremías no fue tal combate, sino una especie de tiro al blanco por parte de los más de 500 moros del ejército de Liberación Marroquí, que cazaron a los legionarios en una emboscada.
Como suele suceder, por desgracia, y como dice el refrán “…El muerto al hoyo y el vivo al bollo…”. La culpa de tantos muertos y heridos se la cargaron en un primer momento al entonces Comandante Jefe de la XIII Bandera, Ricardo Rivas Nadal (fallecido de Teniente General), por poco menos que llevar la Unidad al matadero. Pero había que endosar la culpa a otro, en este caso al heroico Capitán Agustín Jauregui Abellas, el cual murió a balazos y acuchillado, por salvar a sus Legionarios. Esto, además, lo ratifica el Sargento Legionario Jaime Tur Jeremías quien, además, afirma que es de justicia que se le reconozcan los méritos de los que se hizo acreedor. Sin embargo, y con todo merecimiento, se concedieron dos Laureadas a un Brigada y un legionario, pero nada al Capitán Jauregui y ello a pesar de que sus méritos están más que justificados mas a día de hoy no es otra cosa que una baja más en el combate de Edchera.
El Capitán Jauregui no era ningún novato, tenía el valor acreditado en dos guerras: en la de España perdió un ojo por una metralla y posteriormente combatió en las filas de la División Española de Voluntarios en las Estepas Rusas.
Tur Jeremías se siente dolido por ese manto de silencio sobre el heroico Capitán Jauregui. De hecho, dirigió sendos escritos a la entonces Ministra de Defensa Carme Chacón, solicitando la condecoración y homenaje correspondiente y, a día de hoy, nada se le ha concedido.
Jauregui demostró lo que es el valor. Fue un soldado valiente que siempre estuvo en primera fila para toda acción arriesgada: en la contienda iba siempre delante para el avance y el último para la retirada. Era quien, con su bravura y arrojo arrastraba los más pusilánimes a lanzarse contra el enemigo.
En opinión del Sargento Tur Jeremías, en el combate de Edchera hubo detentación de poder por parte de quien ordenó esa misión, hubo desidia y abandono. Esto recayó en el Coronel-Subgobernador Manuel Mulero Clemente y debo decir que en esto discrepo en la opinión del Sargento Tur, pues conozco su hoja de servicios y se trata de un gran soldado, de amplia cultura y gran humanidad. Y, es que, esta misión vino ordenada de lo más alto, como así lo explican los documentos. El gran Soldado y Escritor Rafael Asas de la Vega (fallecido), así detalla los hechos:
“…Para completar los planes trazados de Madrid y antes de iniciar la colaboración con los franceses, había que hacer un estudio que confirmara el grado razonable del despliegue enemigo, estas y otras preguntas no podían responderse si no era mediante un reconocimiento y posterior combate, con el fin de ver las verdaderas intenciones del enemigo, este tipo de combate estaba previsto en la Orden de Operaciones (PM-4) de 19 de noviembre de 1957, por ello el Coronel Mulero lo único que hizo fue cumple la misión encomendada por el Estado Mayor de las Tropas militares del África Occidental Española y en absoluto decisión suya”.
Protagonistas y testigos directos del combate de Edchera con los que contacté fueron los Coroneles Manuel Álvarez López e Ismael Barco Villar, ambos Tenientes de la XIII Bandera que vivieron en directo dicho combate. Ambos coinciden en el heroísmo de todos y cada uno de los Oficiales, suboficiales y legionarios, y eso se corrobora cuando, en el fragor del combate el Comandante Rivas Naval contacta por Radio con el Coronel Mulero, al ver como se desarrolla el combate el Coronel Mulero le ordena al Comandante Rivas que retire la fuerza, siendo esta su respuesta “…Mientras quede un legionario yo, cumpliendo el credo legionario, no los abandonaré…”.
El Sargento Tur Jeremías, protagonista del combate de Edchera, le dirigió un escrito a la Ministra de Defensa, y así le decía “Sra. Ministra lo que solicito hace tiempo que sucedió y lo que expongo para su estudio muchos ya están muertos, pero los hechos verídicos hacen que los muertos hablen, para que, a través de los informes se haga justifica, en especial con el heroico Capitán Agustín Jauregui Abellas.”
El Capitán Jauregui hizo realidad lo dicho por el escritor Thimas Carlye “Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate”.