En sintonía con la dinámica y el descenso de contagios en todo Ceuta, los colegios de la ciudad autónoma continúan regresando poco a poco a parámetros mucho menos preocupantes en relación a la pandemia del coronavirus. Tras una vuelta a las aulas después de Navidades con mucha tensión y estrés para los equipos directivos, en especial por el alto número de docentes que contrajeron el virus y que, por lo tanto, estaban de baja, a la fecha son 19 los profesores de diferentes colegios (el lunes eran 25) que continúan bajo esta condición tras haberse infectado. Lejos queda aquella cifra que superaba los 80 docentes alejados de las aulas.
En lo que respecta al alumnado la caída también es evidente. Según los últimos datos facilitados desde la Delegación del Gobierno en estos momentos son 206 los alumnos y alumnas de diferentes niveles que están en cuarentena. De ellos, algo más de la mitad, 114, han arrojado resultado positivo por coronavirus y, los demás, están guardando aislamiento por ser contacto estrecho de algún contagiado en su ámbito familiar. La cifra, aún así, también sigue de bajada ya que la información de hace cinco días, del lunes 7 de febrero, era de 283 alumnos confinados, de ellos 179 se habían contagiado.
A pesar de estas cifras, actualmente todas las aulas, tanto en el nivel de Educación Infantil como en Primaria, Secundaria y Formación Profesional, están impartiendo clases con normalidad. Es decir, no hay ningún grupo en situación de confinamiento colectivo.
En lo que respecta al ámbito educativo la última situación de controversia viene creada por las nuevas indicaciones desde el Gobierno para el uso de las mascarillas, pues está en debate cuándo sí y cuándo no los niños tendrían que continuar llevando este medio de protección. Esta misma mañana desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se ha emitido un comunicado donde el sindicato manifiesta tajantemente su exigencia de que, durante los recreos, los alumnos sigan usando mascarilla, pues consideran que es prácticamente imposible salvaguardar las distancias de seguridad por la interacción natural de los niños y niñas.