Un total de cuarenta y cinco personas pertenecientes al Centro Social del Mayor (convenio Bienestar Social-Cruz Roja) participaron ayer en la visita al Parque del Mediterráneo. Pese a la lluvia de las primeras horas de la mañana disfrutaron de un buen días en líneas generales de esta actividad lúdica.
A cargo de la coordinadora del centro Margot, un monitor y dos voluntarios de Cruz Roja, Edmundo y Ana, los 45 integrantes del Centro Social -ubicado en la barriada de Villajovita- llegaron a las instalaciones del Parque del Mediterráneo. La llegada coincidió con una intensa lluvia, pero estos mayores no se asustaron, sino todo lo contrario con valentía se trasladaron hasta la zona cercana al restaurante de la Barraca, donde ‘montarían’ su cuartel general.
Con la llegada de los primeros rayos de sol, la alegría inundó al grupo formado en su gran mayoría por mujeres, los hombres siguen teniendo más reparos a la hora de participar en estas actividades.
Risas, baños y unas ‘tapitas’ preparadas por las mujeres fueron las primeras actividades de estas personas. Luego llegó la hora de la comida y posteriormente otra vez a disfrutar del sol y de los baños en los lagos de las magníficas instalaciones del Parque del Mediterráneo.
Mercedes y Pepi
Estas dos amigas viudas disfrutaron del día en el Parque del Mediterráneo, ambas disfrutaron de varios paseos y Pepi llegó a bañarse. “Estas actividades son muy positivas, nos dan vida, aunque no vamos al centro tanto como nos gustaría a ambas, pero es que nuestros hijos también ocupan parte de nuestro tiempo”, comentaban. Son amigas desde “que estábamos solteras” y aprovechan los encuentros para contarse “nuestras cosas”. Mercedes vive en el Polígono y Pepi, en la Estación.
Bota de vino
Una parte del grupo instaló un pequeño chiriguito cerca de uno de los lagos. Allí se escuchaban anécdotas y recuerdos de otras actividades en las que han participado en los últimos tiempos. Entre tapa de chorizo o jamón, también había tiempo para probar el vino en una bota. “Es bueno, lo hemos comprado en Arroyo. Entra muy bien. Hemos venido a disfrutar de este día y nada no lo va a impedir ni la lluvia”, comentaban.
Edmundo y Ana
Los dos acuden mucho a estas actividades debido a que son voluntarios de Cruz Roja. Llevan tres años en “Ceuta, pero nos sentimos como auténticos caballas. Nos queremos quedar otros tres años. Vivíamos en Estados Unidos”. Edmundo nació en México y Ana, en Ecuador.
La próxima actividad será el primer fin de semana del mes de octubre. Durante tres días pernoctarán en las cabañas de Miguel Luque. “Seguro que allí volveremos a estar”, comentaron algunos de los mayores de este Centro.