Gobierno y oposición enfrentados en un curioso culebrón de verano en el que el agua es protagonista. Un culebrón cuyo primer capítulo rodó Caballas, publicitando una denuncia el pasado martes advirtiendo de que la Ciudad baldeaba las calles con agua potable, y que ayer parecía tener su punto y final
(al menos de momento) con la puesta en escena del consejero de Servicios Comunitarios y Barriadas, Gregorio García Castañeda, que se desplazó hasta la barriada Postigo para mostrar el grifo de la discordia.
“El agua que se usa para el baldeo de la ciudad es no potable y procede de los manantiales de Benzú”, indicó García Castañeda mostrando la toma que horas antes era señalada por Caballas como punto emisor de agua potable. Muy al contrario, de ese punto lo que sale es agua no tratada, procedente directamente de los manantiales marroquíes. ¿Potable o no? Eso nunca se sabrá porque la Ciudad prefiere siempre pasarla por los filtros oportunos ante la previsión de cualquier anomalía; el líquido elemento viene del país que viene y habría que adoptar las medidas oportunas antes de beberla. En el caso del agua procedente de esta toma, no pasa por esos filtros de depuradora, de ahí que se está empleando directamente para el baldeo. Eso es lo que mantiene la Ciudad. ¿Por qué ahora desde aquí? Porque la toma existente en los Jardines de la Argentina no está operativa y se ha tenido que habilitar esta otra toma para cargar los camiones de Urbaser. Existen además otras dos tomas más: la que emplean las constructoras en la ITV y la que usa Parques y Jardines situada en Benítez.
“El equipo de Gobierno no suele mentir”, espetó García Castañeda, que acusó directamente a Caballas de “crear una alarma social”, de ser “temerario además de no estar informado sobre el tema. No tiene sentido, cómo es posible que la Ciudad haga una campaña diciendo que tenemos que hacer un consumo responsable y ahora estemos baldeando con agua potable. Son unos temerarios diciendo esto”, señaló. Eso sí, el consejero no dejó pasar el momento de atención a los periodistas para lanzar una ‘invitación’ al concejal Aróstegui: “Si está tan convencido de que el agua es potable, aquí tiene la fuente y puede llevarse agua a su casa, sin problema de ningún tipo, y bebérsela”, ironizó, rodeado de varios trabajadores de Urbaser que se sumaban al grupo de indignados con la denuncia.
Lo que no se sabe es si Aróstegui tomará esa invitación, pero Caballas parece no dar su brazo a torcer y ayer noche, al cierre de esta edición, llamaba a este medio para mantenerse en sus trece: aseguran que el agua es potable y que incluso hay operarios que han bebido de ese agua.
Tras la acusación de Caballas el pasado martes, llegaría el desmentido del Gobierno. El primero de este culebrón. Hasta que ayer Caballas volvía a la zaga con una segunda denuncia para tildar de mentirosos a quienes gobiernan, lo que hizo saltar las alarmas y obligar al Gobierno a convocar de urgencia para que García Castañeda pusiera el tono crítico al asunto.
“Las calles se baldean con agua potable y el Gobierno ha demostrado que miente y que va variando esa mentiras según el día. Desde Caballas nos mantenemos en los denunciado el pasado martes, el agua se recoge de la Planta Depuradora de Aguas y está tratada”, espetaba a primera hora de la mañana la coalición, aportando las fotos de la misma toma de agua que, después mostraría el propio Castañeda como de agua no potable. Así hasta la noche momento en que se ratificarían en su denuncia.
El consejero mostraba su queja de que el principal partido en la oposición no hubiera, siquiera, solicitado información al respecto para conocer, de primera mano, si se estaba dando ese mal uso del agua. Curiosamente en esta zona hay otra toma de agua potable que no se usa salvo en contadas excepciones, es decir, en casos de urgencia y con empleo de vehículos preparados para este traslado.
“La Ciudad quiso dejar por falsa la denuncia realizada por esta formación política, argumentando que los entre 250.000 y 300.000 litros diarios eran cargados en los camiones que baldean la ciudad en la planta Desaladora y que era agua desalada. Tras darse cuenta que el remedio inventando para intentar minorar la denuncia de Caballas, lograba el efecto contrario puesto que es público y notorio que el precio del agua desalada es elevado, en la jornada de ayer deciden corregirse a ellos mismos diciendo que se equivocaron, que no se trataba de la Desaladora, que se trataba de la Depuradora (dando la razón a Caballas), pero que el agua era de la que proviene de Beliones y que se recogía antes de ser tratada, este último detalle era novedoso en la corrección, quedando claro que se trata de una huida hacia delante en la que en un principio se dijo una cosa y después otra totalmente distinta”, denunciaba ayer Caballas, horas antes de que García Castañeda, visiblemente molesto con la situación generada, les mostrara el error cometido, viéndose respaldado en sus manifestaciones por el director técnico de Acemsa, Juan Manuel Sánchez.
Los trabajadores de Urbaser seguían ayer cargando las cubas de agua desde esta toma en camiones en los que se leía el mensaje:Agua no potable.
“Cada zapatero a sus zapatos”
“Los operarios pueden hablar de su trabajo, yo jamás voy a hablar de ellos, pero aquí están los especialistas en el tema y son los mejores conocedores y saben que el agua no es potable, no tiene tratamiento, viene directamente del pantano”, advertía ayer García Castañeda zanjando así el tema. “Cada zapatero a sus zapatos”, señaló, “y el que no sepa que pregunte. Esto una temeridad y el único que miente es Caballas”, señaló. Las declaraciones del consejero fueron completadas por el director técnico de Acemsa, Juan Manuel Sánchez. Referente al agua dijo: “No nos planteamos si se puede beber o no, no podemos asumir ese riesgo, debemos controlarla y comprobarla antes de meterla en la red. Lo demás es especular, este agua viene de Marruecos. Nosotros definimos lo que es o no potable, y aquí se interrumpe antes de llegar al punto final para emplearlo para la carga”, advirtió.
En el futuro: un plan de riego
La Ciudad está trabajando en la elaboración de un plan de riego en colaboración con Acemsa para analizar las tomas existentes en Ceuta y así gastar el menos agua posible. “Hay que garantizar el tema de riego para saber datos sobre la zona verde, cómo se riega, cuántos arboles hay... para usar el agua de forma adecuada”, aclaró García Castañeda a los medios.