La suplente del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio en el que a M.A.A. se le acusa por un delito de malos tratos en el ámbito familiar, otro de amenazas y otro de violencia habitual. El Ministerio Fiscal tras escuchar las distintas versiones, tanto de la acusada como la de los testigos, ha seguido con su escrito inicial y ha solicitado la pena de 2 años de prisión por los delitos de malos tratos, otro por el de amenazas y 3 años más por el delito de violencia habitual. Asimismo, Fiscalía ha pedido que se le imponga 10 años de alejamiento sumando los tres delitos, medida que deberá cumplir respecto de la víctima a la que no podrá aproximarse a menos de 100 metros tanto a su domicilio, lugar de trabajo como comunicarse con ella.
Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio ocurrieron entre los meses de marzo y abril de 2020. La víctima ha relatado que la acusada, su hermana, se desplazó al domicilio familiar procedente de Francia para acudir a una boda de una prima. Al decretarse el cierre de la Frontera del Tarajal y el confinamiento domiciliario por la pandemia del coronavirus, la acusada se quedó temporalmente a vivir en el hogar situado en la barriada Bermudo Soriano. Ahí comenzó la convivencia de la acusada con la víctima y sus hijas, tornándose entre ellas conflictiva a medida que pasaban los días, generando una situación de “temor familiar”.
Fruto de esa situación, la víctima ha relatado que el 26 de marzo, la acusada se abalanzó sobre ella, le agarró el pelo y la zarandeó manifestándole frases del tipo “como no me hagas caso, te mato. Te entierro en la casa y digo que no sé nada de ti, que estás desaparecida. Soy capaz de descuartizar tu cuerpo una vez que te quite la vida y meterlo en el congelador”. Tras esos hecho, le ocasionó lesiones de carácter leve a la víctima, que ser asistida.
Según la denunciante, todo no quedó ahí y al día siguiente, el 27 de marzo, la acusada de nuevo “me golpeó”, dijo, le agarró los brazos, la tiró en la cama y esgrimiéndole un cuchillo de cocina le manifestó: “Te voy a matar. Una va a la cárcel y la otra al cementerio”. Este suceso ha sido corroborado también por las hijas de la denunciante, que indicaron que no vieron los hechos ya que se produjo en la habitación de su madre, pero que al escuchar los gritos de “socorro” acudieron a la sala, viendo a la acusada salir de la habitación con el cuchillo.
Asimismo, la víctima también ha explicado que el 11 de abril, sobre las 06:00 horas, la acusada volvió a acudir a su domicilio con unas tijeras “de mango azul” y se la puso en el cuello, mientras le gritaba “te voy a destruir la vida persona y familiar”. Todo estos sucesos ha llevado a que la víctima necesite tratamiento médico según ha relatado y que incluso tanto ella como una de sus hijas abandonaran la vivienda.
Todo este relato de hechos lo ha desmentido la acusada. Ella ha señalado que es una “artimaña económica” por parte de sus hermanos y sobrinas para quedarse con la casa de sus padres. Además ha relatado que su hermana, la denunciante, tiene algún tipo de animadversión sobre ella y que esta denuncian la han realizado después de que intentarán internarla en un centro psiquiátrico sin su consentimiento. Ha rechazado que le esgrimiera ni el cuchillo, ni unas tijeras, alegando que sufre un tipo de enfermedad en las manos que le imposibilita poder coger utensilios con fuerza. Ha insistido, una y otra vez, que es inocente.