Por mar y por aire. Varias investigaciones dadas a conocer en las jornadas del IEC descubren un alga y una hormiga que destruyen la biodiversidad ceutí
Pocos lo notan, muchos lo desconocen pero ahora unas investigaciones lo han comprobado: nos invaden. Por tierra y por mar. Esa es una de las conclusiones más notorias que ha desencadenado el IX encuentro con el entorno natural ceutí que ha reunido la pasada semana en la ciudad a investigadores medio ambientales y amantes de la naturaleza en torno a unas ponencias que no hacen más que poner de relieve, año tras año, la riqueza de biodiversidad en la que vivimos en este trozo de tierra de 19 kilómetros cuadrados. Una riqueza cada vez más pobre, debido a las especies invasoras. Dos de ellas fueron analizadas detalladamente en sendas investigaciones recientes que las han descubierto.
La caulerpa racemosa ha sido detectada hace apenas un año. Es un alga que se va asentando en la zona intermareal y está modificando totalmente las comunidades autóctonas que allí se asientan. Eso en cuanto al sistema marino, pero en el terrestre, la hormiga roja, proveniente de Argentina, es una especie exótica invasora que se ha extendido por todo el Mediterráneo y ya ha llegado a Ceuta y se ha extendido por zonas naturales como alcornocales donde deberían dominar las especies autóctonas.
“Nos gustaría continuar las investigaciones, muchas de las cuales se han dado a conocer en esta ya novena edición de las jornadas, pero eso siempre depende de la financiación con la que contamos”, explica el decano de la sección de Ciencias del IEC, José Luis Ruiz. Ha destacado la alta calidad de las ponencias de este año con “temas actualizados y nuevos datos sobre diversos temas, pero sin duda quizá sea éste de las especies invasoras el que más repercusión pública pueda tener”.