Entre ocho y diez ejemplares de garcilla bueyera (Bubulcus Ibis) han aparecido muertos, en distintos grados de descomposición, en el Embalse del Infierno. Estas aves son conocidas en Ceuta como painicos, son parecidas a pequeñas gaviotas con el plumaje completamente blanco y plumas doradas o anaranjadas en cabeza en temporada de cría. Se desconoce el motivo de su muerte y por qué han aparecido en esa zona del monte en concreto, junto a los embalses, donde se los ha encontrado el presidente de la FPAV, Francisco García Segado, quien ha denunciado la situación.
Los restos de todos los ejemplares han sido encontrados en el mismo lugar: en apenas 5 metros cuadrados en la orilla de uno de los embalses, se encontraban todas las aves. Entre las ramas de las cañas o incluso en el agua, se podían apreciar los restos de hasta ocho garcilla bueyera. En algunos casos aún quedaba casi todo el cuerpo, en otras, partes del cuerpo abandonadas por otros animales carroñeros, y en otros casos, apenas el esqueleto con alguna pluma todavía blanca.
A pesar de la primera impresión que causa ver tantos animales muertos en un lugar tan concreto y reducido, se trata de una estampa que no es inusual ya que se repite casi cada año. Por estas fechas aproximadamente, con las primeras lluvias que indican el inicio del invierno, suelen aparecer grupos de garcilla bueyera muertas en el Embalse del Infierno.
Se desconoce si estas aves mueren en este lugar concreto de Ceuta, por la contaminación del agua del embalse (con algún vertido o similar) o de cualquier otro alimento, o si vuelan hasta allá para morir en el embalse ceutí ya que no existe ningún estudio concreto sobre el caso. En este sentido, piden que se investigue que está ocurriendo en esta parte de la ciudad y que Sanidad se ponga manos a la obra para esclarecer el origen del “grave” problema en todos sus sentidos.
A esa ave se la conoce por ESPURGABUEY, y el peinico (no painico) es un tipo de gaviota de pequeña envergadura, a los que tambien se les conoce como "pajarillos de la melva"